sábado. 05.10.2024

Ester Seguí, la fundadora de Pipalook, un día haciendo el cambio de armarios de su hijo al ver la cantidad de ropa que estaba casi para estrenar (solo puesta un par de veces), pensó que si aquella situación se reproducía a cada familia, varios veces al año y a gran escala, representaba toneladas y toneladas de ropa que todavía tenía mucha vida para dar.

Se tenía que poner una solución a aquel derroche de tiempo y dinero. Así nació Pipalook. Se trata de la primera empresa en Baleares que promueve un armario circular: la ropa que entra en un familia se utiliza, y cuando ya no se quiere o ya no va bien por talla, continúa su recorrido, en forma de alquiler o de compraventa para pasar a nuevas familias y continuar recibiendo amor y uso.

Con esta fórmula, las familias se ahorran acumular ropa en casa y tener que estar preocupados constantemente por el cambio de talla así como  mucho dinero al año en ropa que dura muy poco. A la vez se reduce el derroche de recursos, puesto que cada prenda de ropa se amortiza mucho más.

“Con Pipalook quería acercar las familias a otra forma de consumir que ayudara a cuidar del planeta que dejarán a sus niños y niñas desde las acciones presentes explica Ester. “Todas queremos vestir bien a nuestros pequeños, y desgraciadamente, a veces esto acaba al comprar ropa de marcas que están haciendo mucho daño al planeta. Con Pipalook queremos que no se tenga que renunciar a vestirlos bonitos, por lo tanto trabajamos con marcas sostenibles certificadas y de producción ética, y contribuimos a dar otra vida a su ropa, reduciendo el impacto medioambiental”.

También como madre emprendedora, quiere ayudar otras madres a poder conciliar mejor la vida con la maternidad. “Que el tiempo que tenemos lo podamos dedicar a disfrutar de los niños, y no a preocuparnos por los cambios de armario y la acumulación de ropa”.

Pipalook y la Fashion Revolution Week: juntas para cambiar la manera de consumir

Hace 10 años que a finales de abril se celebra la Fashion Revolution Week, una campaña de activismo que nació para denunciar el desastre de Rana Plaza: un edificio de confección textil se derrumbó representando la muerte de más de 1.000 trabajadoras.

Con la Fashion Week Revolution (22-30 abril) se busca visibilizar las personas que hay detrás de la ropa que vestimos, para aportar transparencia a las prácticas de la segunda industria máscontaminante del planeta. “No podemos llegar muchas veces a las personas que hacen nuestra ropa, pero sí verificar a través de certificados que el proceso sea ético y sostenible” dice Ester.

Pipalook se une a la campaña pidiendo a las marcas con quienes trabaja que le expliquen más sobre su producción: dónde, como y quien, a la vez que también participen con el cartel y la fotografía emblema de la FRW de “Who made my clothes?

Una emprendedora crea el primer proyecto de alquiler y compra venta de ropa infantil...
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