En unas coordenadas económicas y sociales como las actuales no se aprecian demasiadas opciones para encontrar refugio para el dinero y para invertir con una cierta rentabilidad y también unas ciertas garantías.
En medio de esta tormenta económica el oro se ha convertido en un valor refugio cada vez más aprediado. No podemos obviar que esta semana el dorado metal ha alcanzado su precio máximo desde agosto de 2011, al tocar los 1.775 dólares por onza. Y es que existen motivos más que sobrados y sólidos para invertir en oro tal y como se cita en este artículo de El País Financiero
El analista de IG Market Diego Morín explica en un informe remitido este martes que la propagación del coronavirus y la posterior paralización de la economía mundial ha provocado un movimiento hacia los activos refugio para la protección de carteras.
No obstante, Morín ha especificado que, si bien el precio del oro ha subido desde que se desató la crisis, su cotización ha tenido mucha volatilidad. Y es que el metal llegó a bajar hasta los 1.460 dólares en marzo ante la búsqueda de liquidez por parte de los inversores.
Las subidas de los últimos días se producen después de que dos de los bancos de inversión más grandes del mundo, JP Morgan y Goldman Sachs, recomendaran comprar oro porque, según sus analistas, tenía un precio objetivo superior a los 1.800 dólares. En concreto destacan las previsiones alcistas de Goldman Sachs
