sábado. 20.04.2024

Armengol, sin concreción

Llamadme inocente pero personalmente siempre he pensado que a los políticos se les tendría que votar no por sus discursos, ni por su filosofia, ni tan solo por su ideología sino por su capacidad real de dar soluciones verosímiles y posibles a los problemas diarios de la gente y por anticiparse a los retos del mañana.

 

Para ello hay que realizar un buen diagnóstico y saber anticiparse al futuro. Ambos son elementos que no siempre abundan entre nuestros representantes, más preocupados en general por las 'movidas' internas en sus partidos y por los pactos de gobierno que por mirar hacia adelante.

 

Digo todo esto por que estamos viviendo estos días el proceso de investidura de la que será nuestra presidenta para los próximos cuatro años. Por primera vez en mucho tiempo repiten siglas y pactos de forma consecutiva en nuestras instituciones. Seguramente esto servirá para no tener que asistir como en los anteriores cambios de Govern a un proceso de los entrantes en deshacer lo hecho anteriormente por sus rivales. Además de ganar tiempo esto implicará para la nueva presidenta que posiblemente no haya ni los famosos 100 días de gracia. No habrá respiro i si mucha presión añadida.

 

Lo siento pero el renovado Govern de Armengol no podrá vivir de filosofia ni de buenas intenciones como las que ha puesto sobre el atril la socialista.

 

La mayoría de ciudadanos, sea cual sea su ideología, coinciden en los problemas que ahora mismo nos preocupan y que precisan una solución: crecimiento del turismo, acceso a la vivienda, mejoras laborales, necesidad de seguir creciendo económicamente, mejora del transporte, conciliación laboral, políticas sociales, conservación de nuestras islas, sanidad, educación....

 

La presidenta en su discurso ocupó una parte importante de su tiempo en hablar de economía;  la del apoyo a los trabajadores con necesidad de incrementos salariales y defensa de sus derechos pero también la de apoyo a los empresarios que crean empleo. Habló de turismo de calidad y de hacerlo compatible con la vida de los residentes. Habló de ahorrar burocracia a quien está detrás de una empresa. Habló de invertir en tecnología verde como el coche eléctrico incluso con incentivos fiscales. También de vivienda y de cruceros. Habló asimismo de financiación autonómica y del famoso REB que se tiene que acabar de desarrollar.

 

Este retrato lo hizo huyendo de dramatismos ni mensajes apocalípticos como si fue hace cuatro años, después de que la derecha tuviese su gran batacazo. Lo hizo así por que tenía detrás cuatro años de gestión en los que se ha trabajado mucho pero, con tanta expectativa creada al inicio, han quedado muchos temas en el tintero.

 

Precisamente por ello, Armengol tendría que haber concretado más sus medidas concretas. Debería haber sacado ya algun anuncio contundente en temas como vivienda, turismo o medio ambiente. No sé si la artilleria pesada de los anuncios la ha dejado para la segunda sesión como aquel que reserva su munición esperando noquear a sus rivales.

 

Seguramente es pronto pero si se insinua que puede que haya que limitar el número de cruceros hay que definir como. Si se insinua que hay que limitar los alquileres a medio plazo en determinadas zonas hay que decirlo claro y sin ambajes y explicar como. La presidenta en su discurso no lo hizo. Puede que en las réplicas tengamos más materia de la que hablar y menos filosofia. Tendremos que esperar.

Armengol, sin concreción
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad