Empezamos un nuevo año llenándonos de buenos propósitos que en la mayoría de ocasiones dejamos por el camino bien por poca voluntad y constancia, bien por falta de tiempo o bien simplemente por que ya no nos acordamos o no nos queremos acordar.
Tenemos que ir al gimnasio, hacer dieta, dejar de fumar, tener más tiempo para la familia, viajar y un montón de cosas más. Seamos realistas, ¿Cuantos de estos deseos se hacen realidad? Doce meses después llega la frustración al repasar el año. Y como siempre pesa lo negativo por encima de lo positivo pues solo nos acordamos de lo que nos falta por completar.
Esta misma sensación de frustración es la que van a sentir la mayoría de las administraciones y entidades que han hecho su carta a los particulares reyes magos que siguen la estrella de la ecotasa o del impuesto del turismo sostenible.
Siempre he sido de letras. Los números me causan pavor pero hagamos algunas cuentas. Si para este año tenemos 30 millones de euros para repartir con lo recaudado y nos presentan proyectos por valor de 218, va a quedar mucho en la cuneta.
Pero bueno, no perdamos la esperanza. Supongamos que el resto se financia con lo que llegue en 2017... Tampoco. El año que viene recaudaremos si dios quiere y los turoperadores también, unos '70 kilos' más. Así ya llegaremos a 100 millones en dos años. No está nada mal pero aún lejos de unas expectativas que se habrán frustrado mucho antes de que llegue el dinero.
Puede que a finales de esta legislatura los 236 proyectos presentados ahora reciban financiación para ejecutarse pero ¿ya no habrá dinerito para más?
A estas alturas particularmente haría una humilde petición al Govern que es quien controla realmente la comisión donde se decidirá a donde va a parar el dinero. Esta súplica es muy simple y se resume en dos palabras: eficacia y eficiencia.
Si este Govern quiere que la ciudadanía vea que la ecotasa funciona y sirve para algo más allá de llenar titulares de prensa, hay que ser ejecutivo. Hay que decidir ya los proyectos y que estos sean los más adecuados. Evidentemente que hay que resolver los problemas hidráulicos pero no todo tiene que ser eso. Hay que ver patrimonio recuperado y restaurado. Hay que ver mejoras en nuestros espacios naturales. Hay que ver tanto...
Si este Govern quiere que la ciudadanía entienda de verdad y ame las bondades de la nueva ecotasa también hay que hacer un ejercicio de transparencia. Todo el mundo tiene que saber en que, cuanto, donde y cuando se va a invertir. Espero y deseo que dentro de un año pueda aplicar palabras de elogio a los resultados del impuesto. Suerte y que todos vuestros deseos se cumplan en este año.
