viernes. 29.03.2024

Liderazgos dentro y fuera de las pistas

Pasadas ya un par de semanas del inolvidable triunfo de Rafa Nadal en el Open de Australia 2022, suficientemente valorado por todo el mundo (sólo añadiré que no creo que veamos ningún deportista igual en nuestras vidas), me gustaría detenerme en la dimensión extradeportiva de su figura y en la de otro extraterrestre español, Pau Gasol, en su caso ya retirado.

 

Porque ambos representan unos valores universales que trascienden lo deportivo. Súper campeones, uno de forma individual y el otro como mejor jugador de la historia del baloncesto español, líder de la generación más laureada de nuestra Selección, sus trayectorias fuera de las pistas de tenis y baloncesto son casi más grandes y destacables que su desempeño en ellas. Ambos se han convertido en líderes naturales, uno casi sin quererlo (Nadal) y el otro más consciente de su capacidad de liderazgo (Gasol). Y lo son porque, más allá de sus éxitos deportivos, ambos tuvieron la necesidad y valentía de pensar en el futuro post deporte aún estando activos. Pensando en los que menos tienen, los que necesitan ayuda. Y eso les convirtió en más especiales si cabe.

 

Nadal abrió la Academy en su Manacor natal, desde dónde no sólo forma a futuros campeones ofreciéndoles los valores que él tanto predica (humildad, esfuerzo, trabajo), sino que además creó su Fundación en 2008 para poder llevar a cabo proyectos educativos de integración para niños desfavorecidos, promoviendo el deporte entre jóvenes con discapacidad intelectual y favoreciendo la igualdad de oportunidades.

 

Por su parte, Pau Gasol, retirado el pasado verano tras los Juegos Olímpicos de Tokio, también tuvo la visión de liderar la Gasol Foundation junto a su hermano Marc, mientras limitaba en equipos tan legendarios como los Lakers de la exigente NBA. Desde 2013 luchan contra otra pandemia más silenciosa como es la obesidad infantil. Sus campañas, manuales y programas de promoción de la salud y la sensibilización pública para ayudar a miles y miles de niños por todo el planeta tienen un valor incalculable.

 

Son, en definitiva, dos ejemplos a seguir, tanto dentro como fuera de las pistas, reconocidos mundialmente… Pero no los únicos.

 

Dos días antes de la mencionada final de Nadal en Melbourne Park, tuve el privilegio de asistir a un ‘networking’ con dos grandes empresarios mallorquines, de esos “hechos a sí mismos”: Francisco Vidal (AutoVidal) y Miguel Bordoy (Trablisa). Su desempeño  en sus respectivas empresas, uno como segunda generación y el otro como fundador, les convirtieron también en líderes tras más de medio siglo generando riqueza y empleo. Un liderazgo y legado que hace unos días compartieron con jóvenes empresarios, que asistieron bajo un respetuoso silencio a las respuestas en las que los veteranos empresarios fueron desvelaron las claves de su éxito, sus fracasos, sus crisis y los triunfos que les han convertido en referentes del tejido empresarial mallorquín.

 

Referentes por sus trayectorias profesionales, porque supieron arriesgar en el momento adecuado, arremangarse cuando hizo falta, sortear las sucesivas crisis y tener un valor y una visión de futuro tan importante o más que la representada por Gasol y Nadal desde sus respectivas fundaciones y/o actividades extradeportivas.

 

Pero la mayor curiosidad que despertaron Vidal y Bordoy ante los jóvenes empresarios fue cómo afrontaron las decisiones que cambiaron para siempre el devenir de sus empresas, cómo superaron el miedo al fracaso. Ese valor, ese arrojo o sexto sentido para tomar el camino adecuado también los convierte en líderes a los que, sin duda alguna, vale la pena conocer y destacar.

Liderazgos dentro y fuera de las pistas