domingo. 15.09.2024

Resiliencia y transformación

La reciente victoria de nuestra Selección Española de Fútbol (SeFutbol), las emociones vividas durante los Juegos Olímpicos de París 2024 JJOO2024 (COMITÉ OLÍMPICO ESPAÑOL), las lecciones que nos deja Rafa Nadal, la actuación y madurez de Carlos Alcaraz y la desafortunada lesión de Carolina Marín nos recuerdan el poder del deporte como símbolo de esfuerzo, dedicación y resiliencia.

Estos valores no solo se aplican al ámbito deportivo, sino que también son fundamentales para nuestro día a día, la gestión de nuestras emociones y la competitividad de las empresas. Ahora, en plena temporada estival, estos valores son igualmente vitales para el turismo y el ecosistema turístico: empresas, trabajadores y comunidades receptoras, que se enfrentan a retos significativos.

El turismo, históricamente un generador de bienestar y prosperidad, se encuentra en una encrucijada. El aumento en el número de llegadas y los desafíos económicos han llevado a algunos a ver el turismo más como una fuente de problemas que de beneficios. Sin embargo, es en estos momentos cuando debemos recordar los valores del deporte: esfuerzo, resiliencia y capacidad de adaptación. Debemos migrar de la cantidad al valor, con inteligencia, generosidad y rigor.

Así como nuestros atletas entrenan incansablemente y superan adversidades, debemos trabajar juntos para transformar nuestro enfoque en el turismo. Desde el Consejo de Turismo de CEOE venimos haciendo propuestas. Queremos trabajar, estamos trabajando y creemos que podemos mejorar la eficiencia de nuestro trabajo con una mayor coordinación entre todos los actores del ecosistema turístico.

Desde la Administración, es crucial revisar y unificar esfuerzos para actualizar las políticas existentes, generar complicidad a diferentes niveles de gestión y tecnificar los procesos.

Esto podría implicar una gran 'disposición derogatoria' que permita actualizar las normas a la realidad operativa, un sistema de comunicación ágil basado en la confianza para reducir plazos, y ofrecer incentivos (no subvenciones) para impulsar la #innovación. Además, es esencial consolidar la revolución de la FormaciónProfesional, acercando los programas a las necesidades de las empresas.

Desde las empresas, es fundamental hacer más eficientes los mecanismos de colaboración y alianzas, ganando en confianza y mejorando los sistemas de relación del ecosistema. Debemos impulsar nuevas áreas donde la complicidad público-privada y privada-privada fluyan con mayor naturalidad.

Ambas partes, empresas y administración, deben trabajar juntas para modernizar la gestión pública y privada. Debemos avanzar hacia una gestión basada en datos para la toma de #decisiones que nos permitan entender tendencias, comportamientos y necesidades. Además, el #liderazgo debe ser ágil, inclusivo y capaz de gestionar cambios en entornos dinámicos, complejos e imprevisibles.

Para lograr estos objetivos, es fundamental consolidar y respetar el diálogo social y construir otras plataformas de diálogo que permitan a las comunidades locales unirse al debate. Necesitamos identificar y desarrollar proyectos conjuntos, con mecanismos claros de transparencia y #gobernanza preestablecida.

Esto nos permitirá generar redes de conocimiento compartido con las comunidades locales, asegurando que todos los agentes del ecosistema se sientan cómodos y escuchados. Es esencial considerar sus necesidades y perspectivas.

La gestión de destinos turísticos debe adaptarse y evolucionar tal como lo hacen los deportistas ante cada reto. Necesitamos inversión, innovación, colaboración y una visión a largo plazo para convertir al turismo, nuevamente, en un motor de prosperidad. La circularidad, ahí, puede ser una oportunidad.

En el deporte, como en el turismo, cada victoria y cada derrota nos enseñan algo. Aprovechemos estas lecciones para seguir avanzando con la misma pasión y dedicación que nuestros deportistas demuestran en cada #competición.

Resiliencia y transformación
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