viernes. 29.03.2024

2023, ¿La gran oportunidad para el cambio a un mundo diferente y quizá mejor?

undefined

Acabamos de cerrar el año 2022. Se acumulan, durante las últimas horas, los momentos de valoración, reflexión y nuevos propósitos sin dejar de lado, la 'permacrisis' en la que estamos.

No es el momento de quedarnos con el 'todo bien, gracias', en la que los que valoran al sector turístico se han instalado. Son muchas las cosas sobre las que reflexionar y actuar. Sobre las que pensar y hacer. A pesar de la eclosión de la demanda turística, que, ha permitido poder mantener precios, los márgenes o la rentabilidad, por motivos distintos, no se han sostenido, han ido en otra dirección. la incertidumbre inquieta a inversores, consumidores y a empresas.

Nuestra capacidad de anticipación esta mermada, las decisiones se toman envueltas en circunstancias históricas y económicas, que, las obligan, pero sin tener certeza de las consecuencias. Todo ello, pone delante un horizonte muy cambiante qeu nos lleva a contar con grandes retos como sector y como sociedad.

Vamos a repasar algunos de los que como sector tenemos. El primero de todo está ligado al talento. Además de la flexibilidad que las empresas necesitan. Es el momento de tomar decisiones, para recuperar la reputación del sector turístico convirtiéndolo en su sector atractivo en términos de empleabilidad. Esto, no va sólo ligado a contar las buenas practicas del sector, que existen, están ahí, y, en muchos casos, son de todos conocidas.

Hemos de actualizar la conceptualización del sector re-escribiendo correctamente su cadena de valor productivo. Una cadena cada vez más sofisticada, más transversal, con un mayor uso de la tecnología, y humanista, grandes momentos de la verdad ligados a las experiencias reales o virtuales de los turistas- donde las capacidades 'fuertes' de los individuos, cada vez son más importantes, pero deben estar en equilibrio con aquellas denominadas 'débiles'.

Por otro, a actualizar los contenidos formativos, si los procesos se han sofisticado, hay más especialización y tecnificación, no podemos mantener los mismos contenidos formativos que se venían desarrollando hasta la fecha, y, me refiero, a cualquier nivel, periodos tempranos de la educación, programas universitarios o programas para personas ya en activo. Tampoco debemos seguir con la idea de que TURISMO es solo un sector de baja cualificación, que, sinceramente, no se que significa, y, que el resto de perfiles, los denominados de alto valor, son y corresponden a otras industrias.

La nuestra, la turística, no sólo requiere perfiles de alto valor, si no que, puede aportar mucho a las nuevas generaciones de ingenieros, economistas, informáticos, abogados, creativos, marqueteros, y otros muchos. Es un sector innovador en si mismo. Un sector experiencial, muy internacionalizado, y, con alto componente tecnológico, tanto desde el punto de vista de la demanda - turista conectado- como de la oferta - distribución, venta online, medición, reporting, back office,...- .

Los otros dos grandes retos están vinculados a la digitalización y la transición verde. De digitalización, ya hemos hablado cuando nos referimos a actualización y tecnificación de procesos, a la automatización y mejora de la conectividad. El sector turístico lleva mucho tiempo digitalizado, en contacto con la tecnología, es el que mayor participación tiene de la cuota de ECOMMERCE, sus cadenas de distribución son básicamente digitales.

Sin embargo, no todas las empresas cuentan con el mismo nivel de digitalización, la heterogeneidad del ecosistema, de naturaleza pública y privada, don el destino como centro donde se desarrolla la experiencia, empresas, en su mayoría familiares, pero de diferentes tamaños, culturas y velocidades, además un mix inter e intra sectorial, combinando empresas vinculadas al sector turístico de forma clara, con, aquellas, que, no lo están, pero que ya tienen una gran dependencia de nuestra industria.

Agricultura, distribución, servicios digitales, automoción, servicios intensivos en personas, sanidad, comercio, .. nuevos modelos de negocio y de relación donde la digitalización juega un papel crucial para trabajar la eficiencia social y económica. Además, de su rol en la medición lo que nos ayudará y ayuda, a ser eficientes, eficaces y muy especialmente en la minimización de las externalidades que el propio sector genera, y que, ahora mismo, se han convertido en algunos casos en gestión imprescindible .

Con este salto a la transición energética y medio ambiental. Poco hay que contar que, no se haya escrito ya, sobre las inversiones que las empresas deben afrontar para poder convertir infraestructuras y procesos en mas eficientes desde el punto de vista medio ambiental.

Actualización, que, va ligada a una modificación de las costumbres y estructuras económicas lo que genera 'ruido' mucho ruido en los mercados. Reducción del consumo, regeneración, kilometro cero, energías renovables, electrificación de flotas, agricultura saludable, autosuficiencia y cultura responsable, son todo conceptos que estamos trabajando, incorporando y gestionando en el sector para cumplir con los ODS 2030.

Un transito hacia un mercado turístico eficiente, para el que, las empresas necesitan el apoyo de las administraciones, para: (1º) que las agendas confluyan. El rediseño de los procesos tiene unos calendarios que hay que consolidar con los calendarios institucionales. (2º) que se impulse la investigación necesaria para que determinados cambios sean posibles. (3º) que las normas se adapten. No podemos querer desarrollar procesos del s XXI con normas del s. XVIII. tenemos un marco normativo, complejo, en muchas ocasiones, obsoleto y convulso, conflictivo, no hay correlación entre las nuevas y las antiguas normas.. todas no pueden convivir, ni tecnología, ni infraestructuras lo permiten, esos espacios de donde conjugar el objetivo con el instrumento que lo facilita y con el impacto económico y social generado no están diseñados.

En todo esto, y muchas más cosas, vamos a trabajar desde el Consejo de Turismo de CEOE desde la responsabilidad, el rigor, la transversalidad, impulsando alianzas, publico-privadas, privadas privadas, y, participando en las alianzas publicas-publicas, para conseguir transitar a un mercado más eficiente, alcanzar los retos, del talento, de la transición energética y medio ambiental y de la digitalización. En definitiva, mejorar la aportación de valor social que la industria turística realiza.

2023, ¿La gran oportunidad para el cambio a un mundo diferente y quizá mejor?