En la era digital, la compraventa de artículos a través de plataformas como Wallapop o Vinted ha experimentado un auge significativo. Sin embargo, la falta de regulación fiscal en estos intercambios ha llamado la atención de las autoridades, llevando a la implementación de la Directiva Europea 2021/514, conocida como DAC7, que entrará en vigor en 2024 y cambiará la forma en que se gestionan las ventas online.
Hasta ahora, los vendedores en estas plataformas operaban en cierto modo a la sombra fiscal, sin la obligación de declarar sus ingresos, ya que las transacciones carecían de factura y pago de impuestos asociado. Pero este escenario está a punto de transformarse.
La Directiva DAC7 busca ejercer un mayor control sobre las transacciones económicas realizadas en plataformas digitales. A partir del 1 de enero de 2024, todas las plataformas tendrán la obligación de recopilar datos económicos detallados de las transacciones de los vendedores. Esta información se utilizará para presentar declaraciones ante la Agencia Tributaria antes del 31 de enero de 2024.
La normativa se aplica tanto a residentes como a no residentes que participen en "actividades pertinentes", como la venta de servicios personales, bienes o arrendamientos de vehículos e inmuebles. La información recopilada incluirá datos personales como nombre, dirección y DNI o NIF, así como detalles financieros como la cantidad de dinero generada por trimestre, el número de ventas y datos bancarios.
La DAC7 establece ciertos requisitos que los vendedores deben cumplir para estar sujetos a esta regulación. Se requiere que completen al menos 30 ventas en un año y hayan generado más de 2,000 euros en ventas de productos. Aquellos que cumplan con estos criterios recibirán solicitudes de las plataformas para proporcionar sus datos personales antes del 31 de enero de 2024.
Aunque esta normativa puede generar preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos, su objetivo principal es garantizar un mayor control fiscal. En principio, el incumplimiento de estos requisitos no conllevará consecuencias económicas, a menos que el volumen de ventas sea tan elevado que Hacienda lo considere una actividad económica sujeta a impuestos.
En resumen, la DAC7 marca un punto de inflexión en la fiscalidad de las ventas online, introduciendo transparencia y responsabilidad en un sector que ha operado en una especie de vacío fiscal. Si bien puede generar inquietudes entre los vendedores, su aplicación tiene como objetivo principal regularizar las operaciones y garantizar una tributación justa en la economía digital.
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Felipe Herrera, socio gerente en AB Legal. Abogado especializado en Derecho Digital.
