domingo. 05.05.2024

La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) publica su informe Prácticas y tecnologías ambientales 2023. Este muestra avances concretos de la industria en su camino hacia la consecución de su agenda medioambiental.

Según se desprende de la cartera de pedidos actual, la industria continúa invirtiendo en nuevos buques. Así, está prevista la construcción de 44 barcos en los próximos cinco años, lo que supone una inversión de 62 mil millones de dólares desde 2019. De estas embarcaciones, 25 estarán propulsadas por gas natural licuado (GNL) y siete utilizarán metanol o podrán utilizarlo; una inversión en nuevas tecnologías que acelerarán la transición hacia un futuro con combustibles bajos o cero en carbono.

Algunos de los ejemplos citados incluyen los proyectos piloto y ensayos con nuevos combustibles que se están realizando en estos momentos. Además, un número creciente de los barcos que ya están operando o que debutarán en los próximos cinco años utilizarán combustibles alternativos o podrán incorporar combustibles cero en carbono en el momento en el que estén disponibles.

Igualmente, el informe pone en relieve otras inversiones que las navieras están realizando para reducir las emisiones tanto cuando los buques están atracados como navegando, entre las que se incluye la apuesta por la conexión a la red eléctrica a tierra. Esta facilita el apagado de los motores cuando los barcos están amarrados, reduciendo significativamente las emisiones.

Hasta 120 barcos de la flota de CLIA (46 % del total) están equipados con sistemas que permiten la conexión eléctrica a tierra. A ellos, se unirán el 86 % de los buques que debutarán en los próximos cinco años (2028). Actualmente 32 puertos (frente a los 29 de 2022) cuentan con muelles electrificados (menos del 2 % de puertos a nivel mundial). De cara a 2028, se espera que más de 210 barcos (72 % de la flota) puedan conectarse a la red eléctrica. En 2022, CLIA se comprometió a que en 2035 los barcos que atraquen en puertos donde la conexión a lared eléctrica a tierra esté disponible deberán utilizar la misma o tecnologías alternativas bajas en carbono (según disponibilidad) para reducir las emisiones en el puerto.

Cada vez más navieras están ampliando el espectro de fuentes de energía utilizadas gracias a la incorporación de motores que pueden funcionar con varios combustibles y a la realización de pruebas con pilas de combustible; con tecnología eólica (incluyendo velas); con soluciones fotovoltaicas y baterías para ahorrar energía. El 60 % de la flota de CLIA (171 buques) está equipada con sistemas que permiten monitorear la eficiencia energética, cifra que seguirá incrementándose.

Además, las navieras buscan disponer de flexibilidad en materia de combustibles, por lo que están invirtiendo en sistemas de propulsión que puedan ser compatibles con diferentes soluciones. En esta línea, se están ejecutando 32 proyectos de colaboración con compañías productoras de combustibles y con fabricantes de motores.

Por otro lado como parte de su enfoque global en materia de sostenibilidad, las navieras se han comprometido a no verter aguas residuales sin tratar en ninguna parte del mundo durante sus operaciones. Así del total de la flota de CLIA, 202 buques (77 % del total) están equipados con sistemas de tratamiento de aguas residuales. Estos operan bajo estándares superiores a los de las instalaciones en tierra. El 100 % de los barcos de nueva construcción estará equipados con estos sistemas, lo que supondrá que 242 buques cuenten con esta tecnología (80 % de la flota).

En cuanto al uso de combustibles renovables y fuentes de energía alternativas: varias navieras están realizando pruebas, utilizando e incorporando en sus barcos nuevas tecnologías destinadas a utilizar combustibles renovables, incluyendo biocombustibles y carburantes sintéticos.

Dentro de la flota de CLIA, cuatro barcos utilizan ya biocombustibles como fuente de energía y otros cuatro más serán equipados para poder utilizarlos. De forma paralela, se están desarrollando ensayos con biocombustibles en 24 barcos y con combustibles sintéticos en dos.

Además se prevé que siete barcos en construcción utilizarán combustibles cero en carbono: cinco de ellos emplearán metanol verde y otros dos, hidrógeno verde. De esta manera el 15% de los barcos de nueva construcción que entren en servicio en los próximos cinco años utilizarán baterías y / o pilas de combustible que permitirán sistemas híbridos de generación de energía.

Mientras la industria avanza en la transición hacia un futuro más sostenible, varias navieras utilizan GNL. En un futuro, estos buques solo requerirán unas pequeñas modificaciones (o ninguna) paraque poder utilizar bio-GNL o sintético. El 48 % de los barcos de nueva construcción (capacidad) estará construido con motores de GNL. Estos pertenecen a una nueva generación de buques que podrán utilizar combustibles marinos sostenibles una vez que los proveedores los hagan disponibles a escala.

La industria de cruceros 'se pone las pilas' en sostenibilidad