jueves. 18.04.2024

El consumo de cemento en España cerró 2015 con 11,4 millones de toneladas, el 5,3% más que en 2014, según los datos de la patronal del sector (Oficemen), que prevé un nuevo escenario de crecimiento moderado para este año del 7% que, sin embargo, puede verse afectado por la inestabilidad política.

 

Con estas cifras, el consumo de cemento encadena ya dos años consecutivos de crecimientos después de registrar un ligero aumento del 0,4% en 2014 y que representó el primer crecimiento de este indicador desde que empezara a caer en 2008 como consecuencia de la crisis.

 

Sin embargo, desde los máximos que registró en 2007 con 57 millones de toneladas, el consumo de cemento es ahora un 80% inferior. Además, el sector considera que habrá que esperar hasta 2030 para que el sector recupere un nivel óptimo de consumo de 25 millones de toneladas.

 

La agrupación de fabricantes de cemento subraya también que 2015 fue un año muy volátil, marcado por una ralentización en la segunda mitad del ejercicio.

 

A cierre de 2015, las exportaciones cayeron un 4,4% hasta los 9,2 millones de toneladas, una situación que según ha señalado hoy el presidente de Oficemen, Jaime Ruiz de Haro, pone de manifiesto que cada vez resulta más complicado competir en los mercados exteriores por el elevado coste eléctrico que soporta la industria española con respecto a sus competidores.

 

La mayor parte de las exportaciones se dirigieron a los mercados africanos, a Sudamérica y a Centroamérica.

 

De hecho, el peso de la electricidad supone un tercio de los costes de la industria cementera, que hace frente a una electricidad un 38% más cara que la de Alemania, un 48% superior a la de Francia y hasta un 82% por encima de la de Noruega.

 

A pesar del crecimiento que experimentó el consumo de cemento en 2015, éste se sitúa a niveles de 1965 y, atendiendo al crecimiento de la población desde entonces, el consumo per cápita encadena una caída del 30%.

 

En este contexto, el sector insiste en que no está todo construido y que no todo es para siempre, por lo que recalcan la importancia de mantener las infraestructuras actuales y abordar nuevas para que el país pueda mantener su competitividad, según añade el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.

 

En 2015, el 64% del consumo de cemento se destinó a obra civil, el 21% a la edificación no residencial y el 15% restante a vivienda. De hecho, la obra civil es la única rama de la construcción que ha ganado peso respecto a 2014.

 

Atendiendo a la edificación no residencia, el 44% se utilizó para la construcción de instalaciones de turismo, recreo, deporte y transportes y dentro de la obra civil la mayor partida correspondió a las carreteras y viales y las canalizaciones.

 

A tenor de estos datos, Oficemen presentó en noviembre el plan "Crecimenta 20.30" que tiene como objetivo alcanzar una producción de cemento de 30 millones de toneladas de cemento en 2020, lo que redundaría en la creación de 7.000 empleos y en un incremento de la actividad económica de 3.100 millones al año.

 

Entre los ejes de acción destaca incentivar el uso del hormigón en autopistas (más caro pero más duradero), carreteras, calles, red ferroviaria, red de distribución de agua o refuerzo de las infraestructuras. 

El consumo de cemento crece un 5,3% en 2015 y podría hacerlo un 7% en 2016