viernes. 26.04.2024

-Hipotels, Protur Naisa, Rafa Nadal Sports Academy y la remodelación de Son Moix son grandes proyectos que ya llevan el sello TALAT. ¿Cuál es la clave de vuestro éxito?

-Aplicamos la filosofía de la ingeniería a todos los aspectos de nuestras vidas, lo que llamamos ingeniosofía. Simplemente no queremos perder esa ilusión por “ingeniar” soluciones a problemas cotidianos, que es la base de la ingeniería y el camino para construir cosas nuevas. Por eso estamos siempre aplicando la tecnología y el inconformismo para generar valor y soluciones flexibles a nuestros clientes. Ese es nuestro motor. Y con esa ilusión, aprendemos en cada proyecto. 

 

Estos son proyectos que nos hacen mucha ilusión. Nos sentimos muy agradecidos cuando grandes entes locales apuestan por empresas como la nuestra, que parte de la tradición y espíritu mallorquín, pero también piensa out of the box y no tiene miedo a hacer las cosas de una manera diferente. 


-Cuesta mucho encontrar una empresa de ingeniería integral en Mallorca que ofrezca el servicio de 360º, desde la ingeniería hasta la ejecución total del proyecto. ¿Cómo surgió esta idea de negocio?

-Lo que queremos dar a nuestros clientes es seguridad, que sepan que pueden contar con nosotros, que estaremos a su lado buscando siempre formas eficientes de trabajar y soluciones flexibles. 

 

Sabemos, mejor que nadie, que una obra nueva o reforma puede ser complicada y lo que queremos ofrecer es un acompañamiento integral. Además, escuchamos de cerca sus necesidades – nuestro verdadero punto de partida - y hablamos su idioma: queremos facilitar el camino y simplificar los procesos. 

 

Para nosotros, cualquier construcción pasa por lo que llamamos “el círculo vital de la ingeniería”: desde el diseño y ejecución del proyecto, todo con un seguimiento técnico, pasando por la instalación de sistemas de control, para hacer un mantenimiento inteligente de un edificio, alargando su vida y rendimiento al máximo. 

 

De ahí la necesidad de ofrecer un servicio 360º, porque realmente todo está conectado. Sabemos que los clientes esperan que los proyectos se completen dentro del plazo establecido, dentro del presupuesto y con los más altos estándares de calidad. En la construcción existe una retroalimentación constante y todavía estamos ante modelos que separan demasiado los procesos, lo que acaba afectando los tiempos y, principalmente, la calidad del resultado final. 

 

En Talat vemos los proyectos como un todo, hacemos una cosa pensando en lo que puede llegar a afectar más adelante.

Queremos que nuestra actividad tenga un impacto social, económico y medioambiental positivo

-La minimización del impacto en el medio ambiente es quizás una de las premisas con las que muchas empresas de ingeniería y construcción se encuentran hoy en día. ¿Es esta una premisa que solicitan cada vez más vuestros clientes? 

-Desde luego, ya no se trata de una elección, sino de una necesidad. Cada vez hay más conciencia sobre el impacto que la actividad humana tiene en el medio ambiente y cómo esto puede afectar la salud humana y la calidad de vida en general.

 

Muchos clientes están buscando empresas que ofrezcan soluciones que minimicen su impacto ambiental. Esto incluye la implementación de tecnologías y procesos más eficientes y limpios, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la gestión sostenible de residuos, la conservación de la biodiversidad, entre otros aspectos. Eso también nos hace trabajar de forma diferente: la cuestión medioambiental es un factor transversal en todos nuestros proyectos. En lugar de verlo como un reto más, lo vemos como un aliado, que nos impulsa a hacer las cosas de manera diferente. 

En Talat contamos con políticas de responsabilidad social y ambiental, que empieza desde nuestra manera de trabajar internamente, pasando por la selección de proveedores y contratistas que compartan sus valores y compromisos en este sentido, y que se refleja en nuestros producto y servicio final, sin lugar a duda. 

 

-Una empresa mallorquina que además ha traspasado fronteras con grandes proyectos fuera de la isla basados en la modernidad y la innovación. Uno de ellos está siendo el proyecto de remodelación del Santiago Bernabéu. ¿Qué aporta TALAT a este proyecto?

-¡Un gran reto! Tenemos a todo el equipo emocionado y volcado en esta obra. Podemos estar horas hablando de todo lo que estamos preparando, viendo y, también, aprendiendo. 

Siendo una empresa joven, familiar y cercana, pero con ganas de hacer más, ha supuesto una gran oportunidad. Una oportunidad que estamos aprovechando cada minuto. 

Estamos aportando nuestro grano de arena a este gran proyecto de ingeniería a través de mucho esfuerzo, trabajo y compromiso. Han confiado en nosotros por nuestra experiencia y espíritu innovador. Eso es lo que llevamos al hipogeo cada día. 


-¿Podríamos decir que sin innovación no hay evolución?

-Desde luego, innovar puede sonar a demasiado, pero realmente significa abrir la mente. Trabajar libre de prejuicios y sin ideas preconcebidas. 

 

En nuestro equipo motivamos a que las personas trabajen de manera autónoma, pero también de forma horizontal y colaborativa entre todos los departamentos. Eso fomenta el intercambio de ideas y a que no tengan miedo a expresarse, probar, equivocarse y acertar. El “siempre se ha hecho así” no existe en Talat, porque cada proyecto, para nosotros, es como el primero. 

El “siempre se ha hecho así” no existe en Talat, porque cada proyecto, para nosotros, es como el primero 

 

-¿Cómo aplican esa innovación en el proyecto TALAT?

La innovación es una constante para nosotros tanto a  nivel empresarial, como en la ingeniería, incluyendo diseño y ejecución. 

¡Ante nuevos problemas, nuevas soluciones! Haciendo parte de esta revolución en el mundo de la construcción: apostar por proyectos más ágiles y eficientes. Nosotros estamos en constante evolución y siempre poniendo los avances tecnológicos al servicio de las personas.

-Hoy en día muchos no son conscientes del impacto económico que generan muchas empresas en la isla. ¿Qué valor aporta a la economía de la isla una empresa como TALAT?

-Trabajamos para que la sociedad avance hacia un futuro sostenible mediante el desarrollo y gestión de infraestructuras. Queremos que nuestra actividad tenga un impacto social, económico y medioambiental positivo. Todo eso empieza a transformar la sociedad en la que vivimos, la comunidad en la que hemos crecido y seguimos creciendo. Talat viene de “Talaiots”, nuestra mirada hacia el futuro está motivada por los valores y enseñanzas que hemos recibido de nuestra propia tierra y se lo queremos retribuir, sin duda. 


-TALAT es una de las muchas empresas asociadas a ASIMA. ¿Qué papel aporta esta asociación a los socios en el ámbito empresarial? 

En primer lugar, para nosotros, significa una red de apoyo para las empresas industriales, de servicios y de comercio, que no es más que el desarrollo económico de nuestra región. 

 

Es una asociación que promueve nuestros valores, ayudándonos a crecer a través de pequeñas iniciativas, que marcan mucha diferencia. Cuando formas parte de algo así, te das cuenta de que no estás solo y que hay muchísimas otras personas haciendo trabajos extraordinarios. Eso también nos anima a seguir luchando cada día. 

Guillermo Bauzá (TALAT): "Estamos siempre aplicando la tecnología y el inconformismo...