Los juegos como el bridge, el póker y el ajedrez son excelentes para el mundo de los negocios. Todos estos deportes mentales utilizan métodos que pueden incorporarse en la visión empresarial y la toma decisiones, por lo que tienen un gran valor en las profesiones ejecutivas. El ajedrez en particular, ya sea contra rivales o al jugar al ajedrez contra el ordenador, requiere toma de decisiones estratégicas, tácticas, concentración y evaluación. Si miramos a las empresas exitosas y las personas que las dirigen, comprobamos que utilizan estrategias de ajedrez de forma rutinaria, ya sea consciente o inconscientemente. Mientras que las habilidades del ajedrez están más asociadas a las profesiones ejecutivas, el póker comparte muchas habilidades con el espíritu empresarial.
El póker es un juego de habilidad, con elementos de estrategia, cálculo de probabilidades, gestión de recursos y psicología. Una serie de elementos que otros juegos no tienen. Las habilidades que requiere el juego de cartas son transferibles a otros ámbitos de la vida, particularmente al mundo empresarial. A continuación, analizamos las razones por las que los jugadores de póker son grandes emprendedores.
Gestión del dinero
La gestión de fondos o bankroll (el dinero que un jugador dispone para jugar al póker) es uno de los aspectos más importantes en el juego de cartas. Tanto es así que puede suponer la diferencia entre un jugador profesional y un jugador recreacional. Una mala gestión de los fondos puede arruinar la carrera de cualquier jugador. Al igual que en el póker, el dueño de un negocio debe invertir dinero con el objetivo de recuperarlo en el futuro, y conseguir ganancias. Además, también es importante medir las apuestas o la inversión en relación con los recursos y la competencia.
Razonamiento lógico
No hay nada seguro en la vida. Los jugadores de póker lo saben mejor que nadie, ya que tienen que evaluar con precisión sus posibilidades en cada etapa de las partidas. Del mismo modo, el espíritu empresarial significa evaluar los riesgos y reducir la incertidumbre, siempre trazando diferentes posibilidades y calculando las probabilidades de cada resultado. Todo ello con un razonamiento lógico, que consiste en calcular las probabilidades y administrar las posibilidades, pero también en saber cuándo es el mejor momento para realizar las apuestas.
Distinción entre corto y largo plazo
La temporalidad es un aspecto clave en el póker. Los jugadores profesionales de póker no solo deben elegir el momento adecuado para participar en un torneo, sino también saber cuándo analizar su propio desempeño. Cuando tienen algún contratiempo en una etapa temprana de un torneo, deben reevaluar su estrategia, el tiempo y los recursos que han destinado para implementar esa táctica. Del mismo modo, una empresa debe distinguir entre corto y largo plazo. El hecho de que los efectos de una determinada estrategia tarde más tiempo del previsto en materializarse no significa necesariamente que sea mala. En cualquier caso, el liderazgo es fundamental para establecer y reajustar el objetivo, con la intención de alcanzar la meta a largo plazo.
Análisis de la competencia
Los jugadores profesionales de póker analizan cuidadosamente, mano a mano, a sus oponentes para determinar cuál puede ser la estrategia que utilicen en la partida y cómo esto guía su proceso de toma de decisiones. El objetivo es adelantarse al comportamiento de los rivales en la mesa. Conseguir este tipo de información es algo valioso, ya que, además de detectar cuándo la competencia está asumiendo un riesgo que quizás no han calculado bien, también permite predecir qué riesgos están dispuestos a tomar y cuáles no en el mercado.
Adaptación a la competencia
Aunque los jugadores profesionales de póker pueden perder algunas manos tempranas en las partidas, tienen la habilidad para evaluar su estrategia y adaptarse a los oponentes con un nuevo plan. Asimismo, las empresas deben saber adaptarse a la competencia, principalmente realizando un plan de negocio que tenga en cuenta tanto al cliente como a los demás actores del mercado.
Control de las emociones
Mantener el control de las emociones es fundamental en el póker. Un jugador profesional nunca puede dejar que sus emociones se apoderen de su toma de decisiones. De esta forma, aunque sufra una derrota importante durante el juego, debe saber cómo levantarse y compensar el revés. En el mundo de los negocios, cuando las cosas no salen según lo planeado, los emprendedores deben realizar un cambio rápido, reevaluar la estrategia y reaccionar para tomar el control de la situación, siempre controlando las emociones.
Cara de póker
El póker es un juego de información incompleta. Por este motivo, los jugadores profesionales necesitan dominar el lenguaje no verbal, principalmente para no dar información alguna a los oponentes. Esto se consigue teniendo una cara de póker, es decir, no expresando las reacciones y emociones, tanto positivas como negativas, durante la partida. Al igual que en el póker, las empresas pueden ocultar la información y los datos sobre su negocio, incluso soltar datos inexactos, con el objetivo de afectar la toma de decisiones de la competencia.
Aprovechar las oportunidades
Las empresas siempre están buscando nuevas oportunidades de negocio. Aunque no es una tarea fácil, una vez encontrada tienen que analizar, calcular las probabilidades y establecer un plan coherente para cada caso, siempre valorando lo que está en juego. Pueden perder a corto plazo, pero con un buen plan de negocio, es muy probable que terminen alcanzando los objetivos a largo plazo. Esto mismo ocurre en el caso de los jugadores de póker, que siempre están intentando aprovechar las oportunidades en la mesa, principalmente tomando la mejor decisión posible en cada mano y explotando los defectos de sus oponentes.
Un poco de suerte
La habilidad, ya sea en el póker o en los negocios, no es sinónimo de éxito. La suerte también juega un papel importante, y los jugadores de póker lo saben mejor que nadie. Como señala Phil Hellmuth, uno de los jugadores de póker con más éxito de todos los tiempos, “si la suerte no influyera en el póker, yo ganaría siempre. Pero el póker es 100% habilidad y 50% suerte”. En cualquier caso, la habilidad siempre se impone a largo plazo.
Afrontar con elegancia los malos momentos
Cuando un jugador profesional de póker no tiene suerte en una partida, lo mejor que puede hacer es marcharse con dignidad y afrontar que tendrá más oportunidades para ganar. Lo más importante es aprender de los errores y considerarlos valiosos como oportunidad de aprendizaje. Del mismo modo, los emprendedores deben afrontar con elegancia los malos momentos, siempre con la mirada puesta en construir el futuro a base de esfuerzo y demostrando las habilidades para salir adelante.