IMPULSA BALEARS ha intervenido esta mañana en el Consejo ejecutivo de la Federació d’Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB), al objeto de compartir con una nutrida representación de alcaldes la importancia que asume el territorio en la formulación de una propuesta de valor orientada al impulso de la competitividad regional.
Desde esta perspectiva, el director técnico de la Fundación, Antoni Riera, ha señalado que el territorio «determina cómo se gesta, acumula, combina y, finalmente, se pone en valor conocimiento productivo que atesoramos y, por tanto, dota una buena parte de la capacidad de reposicionarnos respecto de nuestro entorno competitivo».
Buena parte de la sesión se ha apoyado en los resultados que derivan de una nueva actualización de i|especialización, la herramienta que la Fundación pone hoy a disposición de los actores regionales a través de la i|newsletter · Recurso destacado ‘Territorio y competitividad global, ¿jugamos?’. En esta ocasión, el perfil productivo balear pone de manifiesto que:
Las islas revalidan su condición de cuarta región europea más especializada en comercio, alojamiento y transporte, pues el peso que estas actividades mantienen en el archipiélago (37,6%) prácticamente duplica la media de la UE-28 (18,9%).
Palma, Calvià, Eivissa, Son Servera y Alcúdia generan más de la mitad del valor añadido de la hostelería y restauración del archipiélago (57,8%).
El tejido industrial asume las mayores cuotas de valor añadido local en el interior y levante de Mallorca (Consell, 16,6%; Petra, 16,3%; Vilafranca, 11,5%), así como el oeste y sur de Menorca (Ferreries, 23,3%; Alaior, 10,4%; Ciutadella, 8%), especialmente desde la fabricación de alimentos, cuero y calzado, minerales e incluso productos químicos y farmacéuticos.
La orientación de Eivissa y Formentera a los servicios (87,2% y 89,5%, respectivamente) es una de las más marcadas del entorno europeo y deja atrás, por tanto, otras islas también muy terciarizadas como Creta (79,2%), Malta (85,2%) o Chipre (86%).
Desde esta perspectiva, Riera ha señalado que «lo que producimos, con qué eficiencia lo producimos y a qué mercados lo vendemos son armas muy importantes para diferenciarnos y, sobre todo, para reposicionarnos en nuestro entorno competitivo más inmediato».
Al hilo de estas cuestiones, prosigue, «la actual especialización en servicios de las islas ofrece un filón de importantes ventajas a explotar por la vía de la diferenciación en la esfera turística. Combinar las bases de conocimiento productivo presentes en otras esferas, incluso de carácter industrial, amplía sustancialmente las oportunidades para generar más valor en el archipiélago».
