He dudado intensamente si hablar sobre este tema. Es pudoroso para mí y quizá puede generar una mala impresión. Que intento anotarme un tanto. Pero, por muchas vueltas que le he dado, he concluido en que el pudor no debería sentirlo yo sino ellos y considero necesario exponer este hecho. Los datos se hacen inaguantables y está en juego la credibilidad del sector en el que trabajo.
Cada día son más los empresarios que se sienten engañados por profesionales o agencias de marketing digital en Mallorca. La friolera de 70% de nuestros clientes en Ideo Marketing Digital acuden a nosotros tras una mala gestión en sus campañas digitales. El clima con el que nos encontramos en primera instancia es de desconfianza y desilusión. Por ello, nuestra estrategia de venta se ha tenido que centrar este último año en aportar credibilidad al cliente mediante una imagen más personal y desmitificadora, así como mostrando resultados reales.
Puede que al leer estas líneas venga a su cabeza una imagen de freelance o autónomo de mundo digital. En ese caso, el problema planteado podría tener cierto sentido pues, como en todos los sectores, el intrusismo laboral está a la orden del día. Sin embargo, y por triste que suene, nos referimos a muchas de las grandes agencias isleñas y gurus del marketing.
En el mundo digital no hay rastro que pueda eliminarse. Como agencia, al migrar las cuentas, nos hemos enfrentado a errores apoteósicos que han sido escondidos a sus clientes, errores de miles de euros provocados por fallos de principiante. Y es que, entre los desarrolladores web o creadores de brand, es un clásico lanzarse a la gestión de redes sociales para ofrecer un servicio más integral y aprovechar para sacar tajada. Dicen que solo necesitas una lección más que el alumno para parecer experto, ¿no?
El panorama ante el que nos encontramos es alarmante. En estos años hemos visto campañas en Google de una gran inversión con cero resultado en leads por erratas tan básicas como configurar las palabras clave en otro idioma, hemos mantenido conversaciones con equipos de la competencia dejándonos entrever su desconocimiento absoluto sobre los aspectos más simples en el terreno y hasta algunas empresas de renombre nos han contratado para arreglar algunas papeletas y configurar todo aquello que no han sabido hacer. Hemos atendido a clientes que han sido estafados con trabajos inconclusos, gestiones de las que no tienen la propiedad u objetivos asegurados que jamás llegaron.
No solo estamos hablando del caos interno en las agencias, la generación de contenidos plantilleros y la falta de implicación. Lo que más destaca es la incapacidad de comunicación, sobre todo ante la resolución de problemas. Personalmente, se me hace realmente desquiciante al trabajar con equipos ajenos la falta de comprensibilidad y revisión aun cuando se determinan las acciones requeridas al mínimo detalle. Ya sea por vagancia, incompentencia o dejadez, una pérdida de tiempo irreparable.
Dependerá del servicio contratado por cada cliente pero, la mejor forma de saber si una agencia se especializa en marketing digital es poder comprobar los resultados de campañas y ventas sin maquillar, conocer si gestionan cuentas de empresa o comunidades de éxito desde su inicio, que sean abiertos mostrando los contenidos que generan para otros clientes y, si me apuras, pedir referencias. Hay gurus del marketing sueltos explicando como tener éxito en una red social sin tener casos de éxito ni con ellos mismos desde hace eones. Algo así como, consejos vendo pero para mí no tengo.
Se hace imposible no pensar en tantísimas empresas que, por ocultación o falta de conocimientos, están perdiendo cientos y cientos de euros. Más cuando se trata de emprendedores y pymes que, con especial ilusión, hacen un gran esfuerzo por invertir en marketing digital para sobrevivir.
Basta ya, se merecen que seamos sinceros.
