Hace años un gran empresario del sector turístico comentaba en una entrevista que los hoteles no se reforman, sino que se transforman y evolucionan. Decía que la palabra “reforma” no recoge la profundidad del cambio que se produce cuando acometemos una fuerte inversión en las instalaciones.
Estoy muy de acuerdo con esta afirmación. Acabamos de transformar dos de nuestros resorts de playa. Os comparto algunas ideas de ese proceso que nos permite asegurar la calidad reafirmando nuestra apuesta por un turismo responsable.
Lo hacemos para evolucionar, ser más eficientes, aplicar todo nuestro conocimiento en materia de sostenibilidad y preparar los hoteles para el futuro. Pero lo hacemos también para adaptarnos a las necesidades siempre cambiantes de los clientes: porque les escuchamos, conocemos sus preferencias y podemos crear espacios de calidad en los que se sientan partícipes de nuestra visión y desde los que puedan seguir colaborando con nosotros en la construcción de un turismo en positivo.
La sostenibilidad es transversal y afecta al hotel en su estructura, en sus materiales y en su diseño: desde el planteamiento energético, basado en renovables, hasta la total electrificación de los buffets o la reutilización y donación de muebles a organizaciones que trabajan en la inserción sociolaboral de sus empleados a través del reciclado de enseres.
A ese punto de partida, global y transversal, se añaden luego aspectos particulares. El primero de los resorts que hemos transformado este año es Iberostar Selection Hacienda Dominicus, en República Dominicana, que ha reabierto sus puertas tras renovar sus 528 habitaciones y la mayoría de sus instalaciones. Se trata de un resort familiar 5 estrellas, de arquitectura colonial. Es una joya en el sur del país, a 20 minutos del aeropuerto de La Romana.
La tecnología ha jugado un papel destacado en el planteamiento de las nuevas habitaciones que incluyen Chromecast, y un moderno sistema de llaves conectado con los brazaletes y los teléfonos de los clientes a través de códigos QR. El hotel cuenta con un vivero de corales en el mar en el que un equipo de biólogos trabaja para conocer y proteger estos ecosistemas vitales.
La tecnología y la ciencia se alían en este resort para ofrecer un concepto evolucionado en el que se investiga y se cuida el entorno mientras que se disfruta de él. Otro importante espacio totalmente remodelado es el que se dedica a Star Camp, un programa dedicado al entretenimiento de niños y jóvenes con actividades multiculturales y educativas. A partir de ahora cuenta con cocina para actividades de Mini Chef, un Mini Cine con pantalla gigante y nuevo mobiliario, entre otras cosas.
El segundo de los resorts con un proceso de transformación en marcha es el que integra a los hoteles Iberostar Selection Albufera Park e Iberostar Selection Albufera Playa. Se trata de dos hoteles ubicados junto al Parque Natural de la Albufera y con acceso directo a Playa de Muro, una de las mejores playas de Mallorca.
En este caso, la evolución del resort incluye, entre otras cosas, un nuevo diseño de habitaciones fiel a la esencia mediterránea del hotel. Otra de las novedades es la creación de un nuevo rooftop en primera línea de playa con piscina y zona solarium, un nuevo Star Camp para los más pequeños o la climatización de una de las piscinas exteriores.
Pero cuando un hotel evoluciona lo hace también en sus conceptos. Iberostar Selection Albufera Park e Iberostar Selection Albufera Playa van a ofrecer una experiencia gastronómica completamente nueva, variada, saludable y sostenible. Nuestra apuesta en este terreno es exigente: desde la cesta de la compra buscamos productos de calidad y potenciamos a los proveedores locales, combinamos la variedad con la excelencia y cuidamos una oferta por la que somos reconocidos.
Hay mucho trabajo de investigación detrás de la carta de nuestro restaurante griego Kiknos, que ofrecerá una amplia selección de pescados y mariscos de origen responsable. O detrás del restaurante mexicano que se apoya en el know-how de los chefs de Iberostar en el país azteca para ofrecer una gastronomía auténtica.
La oferta gastronómica se va a completar con un restaurante español para poner en valor la cocina nacional y un precioso bar con sabor y nombre mediterráneo, Óliba, que rememora en su denominación mallorquina a la lechuza, ave nocturna que forma parte de la fauna de la Albufera. Además los hoteles se completarán con un Star Café y una heladería que no puede faltar en los hoteles vacacionales.
Por último, la transformación de un hotel no afecta solo a espacios y conceptos, sino también a los equipos que dan vida al hotel: porque las personas evolucionan, crecen en su actividad profesional y se adaptan a los nuevos entornos. Para ello es clave invertir en formación: en 2022 dedicamos 150.000 horas horas a este propósito y continuaremos apostando por nuestros equipos en los próximos meses.
Empezamos 2023 con confianza y con mucha ilusión. Cumplimos 40 años de una marca que se ha ganado la reputación que tiene porque lleva cuatro décadas de continua inversión: no nos conformamos. Buscamos la excelencia de nuestros productos: una excelencia que no está reñida ni con la rentabilidad ni con la sostenibilidad, porque la sostenibilidad es rentable y la rentabilidad tiene que ser sostenible. Y ambas, son ingredientes esenciales de la auténtica calidad.
