viernes. 29.03.2024

Aprendiendo a ser más cariñoso

Leo una entrevista a una psiquiatra que afirma que se puede aprender a ser cariñoso y no puedo estar más de acuerdo. Hay personas que manifiestan de manera natural su afecto por los demás y otras que piensan que expresar sentimientos es una tontería. En otro grupo están aquellas a las que les gustaría hacerlo, pero que, por timidez o porque aprendieron a expresarlo en el momento adecuado, no lo manifiestan.

 

Personalmente, y respetando que cada uno es cómo es e interpreta el mundo tal y cómo aprendió, pienso que, para los que quieren y no pueden, sí hay estrategias para poder manifestar un poco más los sentimientos. ¡Qué agradable es vivir en un entorno cariñoso! Además, existen estudios que demuestran que las personas cariñosas son más felices (o declaran serlo), tienen mayor autoestima y una visión más positiva de su cuerpo, lo cual les aleja de sufrir depresión. Por otra parte, son menos propensos a experimentar la soledad y el aislamiento social, y tienen más probabilidades de mantener una relación satisfactoria y estable. ¡Eso son muchas ventajas!

 

Pero ¿cuáles son las estrategias para ser más cariñoso? La base de cualquier relación es el respeto y el lubricante de ese respeto es la amabilidad. Porque ser cariñoso no solo se manifiesta en abrazos y contacto físico, sino también en los detalles, en el tiempo que se le dedica a la otra persona y en la preocupación por su bienestar. Además, el cariño tiene la posibilidad de contagiar a personas sensibles de ser cariñosas, pero sin el desarrollo de esa sensibilidad.

 

Así que vale la pena intentarlo, pero solo si hay verdadero interés en darlo o recibirlo. En cualquier caso, caben esas dos posibilidades: que exista interés en ser más cariñoso con determinadas personas, pero cueste hacerlo, o que sea otra persona la que necesite ayuda para expresar un poco más sus sentimientos. En cualquiera de los dos casos, deberá existir un cambio de conducta por parte del emisor de ese cariño. Y ese cambio deberá ser perceptible, por pequeño que sea.

 

Pero antes de hacerlo, es necesario saber que no se puede forzar el cariño por parte de alguien que se siente incómodo y muestra rechazo. Para ellos, el camino es otro, algo más largo, pero hay un camino. Porque esas personas no suelen estar incapacitadas para sentirlo y apreciarlo por parte de los demás, solo que lo hacen de otra forma. Y esa forma está, probablemente, basada en aprendizajes de experiencias pasadas, relaciones familiares o primeros encuentros sentimentales.

 

Además, no hay una única forma de expresar afecto. Básicamente porque somos personas distintas, que pensamos y actuamos distinto. La empatía, esa capacidad de entender y percibir las emociones y pensamientos de los demás, juega aquí un importante papel.

 

Según el enfoque clásico de G. Chapman, las condiciones para que el cariño se propague se dan en 5 actividades clave:

  1. Contacto físico

Estar presentes y tener el contacto físico adecuado, según el tipo de relación. Es cambiante según las culturas, pero se suele manifestar en los encuentros y las despedidas con abrazos y palmoteos, y resulta muy eficaz.

 

  1. Compartiendo tiempo de calidad

No se trata de sentarse en el sofá a ver juntos una serie, sino prestar atención a esa persona, escucharla activamente y mantener conversaciones sobre temas personales que permitan construir emociones positivas y experiencias compartidas.

 

  1. Teniendo detalles

Hay personas detallistas, que expresan sus sentimientos haciendo regalos como demostración sincera de un sentimiento. No basta con comprar un objeto material, sino que lo que cuenta es el tiempo dedicado, la personalización, lo que expresa ese objeto y la frase “quiero que te sientas bien” como mensaje implícito.

 

  1. Haciendo actos de servicio

  Son acciones que demuestran atención y preocupación por otra persona para que su vida sea más fácil y     placentera, y que demuestran lo que sentimos ella.

 

  1. A través de las palabras

Utilizar palabras y expresiones positivas hacia la otra persona y hacia la relación entre ambas. Los sentimientos, lo especial de esa relación, o los  halagos funcionan como refuerzos del vínculo, dan seguridad y fomentan las emociones positivas.

 

Y, para descubrir qué pasos seguir en cada caso, es importante prestar atención a las señales que se dan continuamente. Cuales son sus reclamaciones o peticiones habituales, o los temas que provocan más quejas, dan pistas sobre los siguientes pasos a dar.  Al final, se trata de lugares comunes en las relaciones: la comunicación, la escucha, la empatía, las demandas claras y el inmenso valor de estar rodeados de personas que valen la pena. Es una buena inversión.

 

Aprendiendo a ser más cariñoso