sábado. 20.04.2024

El ajetreo que nos mantiene ocupados

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No es la primera vez que les recomiendo hacerse socio de la Fundació Factor Humá. Su objetivo es “fomentar el desarrollo de organizaciones que adopten una mirada más humana a través del impulso de una comunidad de innovación, reflexión e intercambio”. Agrupa a un buen puñado de empresas e instituciones y ofrece todo lo relacionado con la gestión de personas, a través de artículos, noticias, material didáctico y tiene un observatorio de RRHH y una newsletter muy interesante. Todo ello de manera gratuita.

En su última edición, leo un artículo sobre por qué la gente se siente tan ocupada, basado en una charla TED de Dorie Clark, experta en liderazgo, quien parte de una aparente contradicción. Según una investigación con 10.000 lideres entrevistados en busca de las claves del éxito, el 97% piensa que la planificación a largo plazo es clave. Por el contrario, el 96% de los lideres afirman que no tienen tiempo de pensar de forma estratégica. Un profesional medio tiene 62 reuniones al mes y el 28% de su tiempo lo pasa respondiendo el correo. 

Es muy normal tener la sensación de que no llegamos, que los acontecimientos están a punto de superarnos, que estamos perdiendo el control y que el tiempo se nos escapa. Pero hay un elemento con el que supongo estarán de acuerdo: la sociedad valora mucho el trabajo, la productividad y el éxito y esto hace que estemos constantemente ocupados, aunque quisiéramos trabajar menos. La causa es que mantenerse ocupados da un estatus que transmite lo importante y exitosos que somos. Y eso halaga mucho, y renunciar a ello no es fácil.

Muchas personas, cuando hablan de “gestionar el tiempo”, lo que en realidad quieren es hacer más con menos estrés

Además, estar ocupado elimina incertidumbre y con ella se van interesantes preguntas, algunas existenciales e incomodas. Hay algo de huida en esa conducta de dedicar más tiempo y energía. Muchas personas, cuando hablan de “gestionar el tiempo”, lo que en realidad quieren es hacer más con menos estrés. Aunque manejar bien el tiempo no es trabajar deprisa y la mayoría de las personas no pueden resolver sus problemas de tiempo trabajando más horas.

Clark no cree que esa solución se pueda mantener en el tiempo. Estar atrapados en un patrón de ajetreo, de exceso de trabajo es una buena justificación para no darse cuenta de que no controlan su vida y no tienen intención de plantearse otras cosas. Los que se concentran en trabajar eficientemente, no son los más eficaces. La eficacia, más que hacer las cosas bien, exige hacer lo que hay que hacer.

Por otra parte, debemos de ser honestos sobre lo que nos motiva para hacer una elección diferente, porque, al fin y al cabo, "se trata de nuestra elección", y debemos reconocer que la libertad real consiste en crear el espacio para poder respirar y pensar. “Al final, la verdadera libertad consiste en escoger cómo y con quién queremos pasar nuestro tiempo", puntualiza Clark.

Controlas tu vida controlando tu tiempo, ya que la vida está hecha de tiempo

Porque a veces pensamos que gestionar nuestro tiempo tiene que ver con disponer de herramientas y modelos que mejoren la productividad. Y esto es necesario, pero no suficiente. Hay que ver lo que subyace y no quedarnos en la superficie. Controlas tu vida controlando tu tiempo, ya que la vida está hecha de tiempo. Y las decisiones que se toman están moldeadas por los valores vitales que explican lo que se valora en la vida. Cuando las actividades se alinean con los valores, se es capaz de superar la prueba del espejo: te gusta lo que ves porque haces lo que debes. Y eso es la coherencia que genera mucha dopamina y oxitocina. ¡Que los calores no nos impidan pensar!

El ajetreo que nos mantiene ocupados
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