viernes. 03.05.2024

¿Hablamos de emociones?

Sí, ya lo sé… Probablemente después de la canción “Resistiré” del Dúo Dinámico, la Gestión de emociones es otro de los “Top Ten” de esta pandemia.

 

No sé si lo sabéis, pero para quien no me conozca, una de mis especialidades es la neuroeconomía. Ésta trata de explicar qué ocurre en nuestro cerebro durante el proceso de toma de decisiones. Por qué tomamos unas decisiones en detrimento de otras que quizás nos convendrían más.

 

Pues bien, aquí entran en juego nuestras queridas emociones. En mis talleres sobre organización y planificación financiera, muchas personas identifican las finanzas con los números. Pero nada más lejos de la realidad: las finanzas están íntimamente ligadas a nuestras emociones.

 

¿Resultado? Si no gestionamos bien nuestras emociones, lo que sentimos cuando tomamos o no una decisión, difícilmente podremos gestionar bien nuestras finanzas.

 

Si algo nos ha traído este Covid-19 además de muertes y enfermedad, es miedo e incertidumbre.

 

Vivíamos en nuestra burbuja, con nuestros trabajos, nuestras salidas con amigos, nuestros viajes… Y de repente, un buen día todo se paró. Ahora vivimos rodeados de miedo a contraer la enfermedad, incertidumbre por no saber qué pasará mañana y estrés derivado de las múltiples presiones económicas a las que nos estamos viendo sometidos/as.

 

Nuestra vida ha dado un giro de 360 grados, pero nuestro cerebro también. Veréis, tanto el miedo como la incertidumbre, se originan en una zona de nuestro cerebro llamada amígdala cuya función no es otra que detectar y evitar el peligro.

 

¿Cómo reacciona nuestro cuerpo ante el peligro? Preparándose para huir, porque no olvidemos que nuestra prioridad número uno es la supervivencia. El corazón bombea nuestra sangre a tope para que podamos salir pitando antes de que nos coma el león.

 

Pues bien, este mismo circuito es el que se activa cada vez que nos sentimos amenazados y… ¿Qué mayor amenaza que perder nuestro trabajo o ver mermados nuestros ingresos? Eso exactamente es lo que está ocurriendo con esta pandemia mundial sin precedentes.

 

La mayoría de nosotros nos vemos sometidos a presiones económicas debido a que con menos ingresos, debemos afrontar los mismos gastos. Es cierto que por las circunstancias, nuestros gastos de ocio se han visto reducidos a la mínima expresión, pero la mayoría de los mortales tenemos que seguir soportando gastos de hipoteca o alquiler, suministros, alimentación, etc.

 

Ahí es donde el estrés se apodera de nuestra mente y en ese estado es muy complicado tomar decisiones que nos lleven a buen puerto. Entonces, ¿qué hacemos?

 

En este punto es importante “cambiar el chip” y aprender a tener una relación sana con nuestro dinero, que nos permita tomar buenas decisiones y sobrellevar esta situación hasta que volvamos a la “normalidad”.

 

Permitidme que os de algunos consejos que puedan serviros de ayuda. Ahí van:

  1. Ante todo, por favor, mantén la calma.
  2. Toma conciencia de dónde estás, en qué situación económica te encuentras.
  3. Planifica. Una buena planificación te ayudará a conseguir tus metas.
  4. Prioriza tus necesidades. Quizás tu necesidad “number one” en estos momentos sea SOBREVIVIR: cubrir gastos.
  5. Una vez cubiertas tus necesidades básicas, márcate objetivos para seguir consiguiendo metas. Por ejemplo: quitarte esa deuda de la tarjeta que tanto te pesa. Ponte un plazo y… ¡A por ello a saco!
  6. Aprende a disfrutar durante el proceso y saborear tus logros por pequeños que te parezcan.

 

Ya sabes, cuídate mucho porque todo empieza en nuestro cuerpo y nuestra mente. Ponte en “modo zen” para identificar aquellas emociones que te bloquean y pasa al “modo rock” para tomar decisiones que te lleven a seguir adelante. Sólo tú puedes hacerlo. ¡Vamos!!

¿Hablamos de emociones?