A medida que el otoño/ invierno se aproxima, las empresas deben considerar la importancia de adelantar sus pedidos de uniformes. En My Uniform, líderes en el sector de la uniformidad han observado un aumento en las solicitudes de última hora, lo que podría generar retrasos en la entrega y afectar la operativa de muchas compañías y la experiencia de sus clientes.
Según Mari Carmen Monterrubio, directora general de My Uniform, la tendencia a postergar los pedidos de uniformes se ha incrementado este año. Esto pone en riesgo la disponibilidad de las prendas, especialmente cuando se trata de uniformes personalizados que requieren más tiempo de producción y entrega.
"Si las empresas no planifican sus pedidos con tiempo, es probable que se enfrenten a retrasos importantes en la entrega, lo que afectará el día a día de su operativa y a la experiencia de sus clientes ", afirma Monterrubio.
Aunque My Uniform cuenta con un stock considerable, los grandes pedidos y las prendas personalizadas requieren más tiempo de producción, lo que puede complicar la entrega si se realizan a última hora. Además, algunos materiales importados pueden incrementar los tiempos de espera, lo que añade más presión al proceso.
Para evitar estos problemas, My Uniform insta a las empresas a planificar sus pedidos con suficiente antelación. Adelantarse no solo garantiza que los empleados reciban sus uniformes a tiempo para afrontar la temporada de frio, sino que también permite seleccionar los mejores materiales y diseños, asegurando la comodidad y funcionalidad del equipo.
En resumen, retrasar los pedidos de uniformes podría no solo afectar la logística, sino también la imagen de las empresas, proyectando falta de previsión y coordinación en un momento crítico como la llegada de las bajas temperaturas.