Meliá Hotels International ganó 130 millones de euros en 2023, un 8,3% superior al año anterior y un 6,9% por encima del obtenido en 2019, último año antes de la pandemia.
La hotelera registró unos ingresos de 1.928,8 millones de euros, un 14,8% superiores a 2022, datos que "marcan la recuperación de la normalidad en un entorno de crecimiento global de la demanda", según un comunicado de la cadena mallorquina sobre sus resultados de 2023 divulgado este jueves.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda sin plusvalías) se situó en 486,5 millones de euros, un 16,2% más que en 2022, y el margen de Ebitda recupera las cifras prepandemia a pesar de la inflación, "gracias a la gestión de costes y la estrategia de posicionamiento premium y lujo", se indica en la nota.
El incremento del ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) fue del 17,3% respecto a 2022 en hoteles en propiedad y alquiler, algo que la cadena atribuye a las mejoras de tarifa y ocupación.
El CEO de la hotelera, Gabriel Escarrer, considera que los resultados consolidan la curva de recuperación iniciada en el año 2022 y apuntalan la continuidad en la mejora que la cadena espera mantener también durante 2024, año que "mantendrá la tendencia al alza del negocio".
Escarrer ha descrito 2023 como un buen año para el negocio hotelero de Meliá, "impulsado por una sólida demanda" turística internacional, unida a "una exigente hoja de ruta estratégica que prioriza consolidar el crecimiento cuantitativo y cualitativo" del catálogo de la compañía y la eficiencia de gestión que "sostiene los márgenes a pesar del contexto inflacionista".
La deuda neta se redujo en 60 millones de euros por "la positiva generación de caja".
Además, la compañía comunicó la semana pasada una transacción por importe de 300 millones de euros correspondientes a la suscripción de nuevas participaciones de una filial propietaria de 3 activos hoteleros por un vehículo de inversión propiedad del Banco Santander.
Melia firmó 26 nuevos hoteles en 2023, todos ellos en gestión, sumando más de 4.400 habitaciones, y abrió otros 12 hoteles (todos en gestión salvo un alquiler) con más de 2.300 habitaciones.
La hotelera destaca "como palanca de generación de valor diferencial" su estrategia de lujo, con un reposicionamiento de la marca Paradisus y la fuerte expansión de sus marcas Gran Meliá ME by Meliá y The Meliá Collection, que supone una transformación del portfolio hacia estas marcas con potencial de mejora del RevPAR.
Uno de los ámbitos de negocio con mejor evolución en 2023 ha sido congresos, eventos, convenciones e incentivos (MICE por sus siglas en inglés), responsable del 13,6% de los ingresos de los hoteles del grupo, o del 18 % si se excluyen los hoteles de segmento vacacional “puro” con limitada actividad de MICE.
En cuanto a las previsiones para 2024, según Meliá, la demanda mantiene su fortaleza, con reservas que ya superan en doble dígito a las registradas en la misma fecha del ejercicio anterior, manteniendo la tendencia positiva mostrada durante 2023.
La fortaleza de la demanda, unida a la climatología cálida y a la estrategia transformación de hoteles a premium y lujo permitirá al grupo "anticipar este año la apertura de muchos de los hoteles vacacionales españoles, de forma que algunos hoteles del litoral peninsular no se han cerrado este invierno", y 16 hoteles de costas peninsulares e Islas habrán abierto en marzo de forma anticipada.
Según las ventas ya registradas, la Semana Santa 2024 registrará un crecimiento del 10 % en ingresos respecto al año anterior.
La compañía mantiene "un optimismo prudente", no solo por las reservas para el primer trimestre, sino "muy positivas también para la Semana Santa y el verano en todos los destinos, al apreciarse un creciente retorno de las reservas anticipadas y a medio plazo, frente a las de 'último minuto' que continúan siendo importantes". EFECOM