El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que el año 2018 ha sido, desde el punto de vista estratégico, “muy importante para nosotros porque hemos integrado a BMN en un tiempo récord y de forma magnífica, y eso nos abre enormes posibilidades de cara al futuro”, y ha añadido que la fusión “nos ha proporcionado ya un incremento de nuestra base de clientela”.
En este sentido, ha manifestado que el dividendo por acción con cargo al ejercicio 2018 crecerá en un 5%, con lo que, “a lo largo de estos años, desde Bankia hemos devuelto más de 3.000 millones de euros de ayudas”.
Goirigolzarri ha mostrado, además, gran confianza en la transformación de la entidad en el año que acaba de iniciarse. “Entramos en el año 2019 con una nueva organización. Una organización pensada para el futuro, una organización mucho más ágil y mucho más ambiciosa. Y eso, desde luego, nos va a dar resultados en el corto, pero también en el medio y largo plazo”.
El ejercicio 2018 estuvo marcado de nuevo por un entorno de tipos de interés extraordinariamente bajos, por lo que el banco centró su gestión, por un lado, en mejorar las dinámicas de negocio con el objetivo de incrementar los ingresos actuales y sentar las bases para aumentarlos aún más en el futuro, y, por otro, en acelerar la reducción de activos problemáticos y la obtención de sinergias tras la fusión con BMN con el objetivo de anticipar gran parte de los ahorros de costes contemplados en el Plan Estratégico.
Durante 2018, Bankia elevó un 5,5% el margen de intereses, hasta 2.049 millones de euros (no obstante, de haberse incluido a BMN en la cuenta de resultados de 2017, esta línea caería un 9,6%). Los ingresos por comisiones se incrementaron un 25,3% (3,4% en comparación homogénea) y los resultados por operaciones financieras aumentaron un 11,5%, lo que permitió que el margen bruto avanzara un 11,3% (cae un 6,3% con BMN) y se situara en 3.368 millones.
El margen bruto de clientes creció hasta el 1,58%, nivel que se equipara con el logrado en el primer trimestre de 2017 y que, con anterioridad, no se conseguía desde la segunda mitad de 2013. Esta cifra fue cinco puntos básicos superior a la del último trimestre de 2017, crecimiento que estuvo motivado por un menor coste de los depósitos y un ligero aumento del rendimiento de los créditos.
Los gastos de explotación crecieron un 20,7% por la integración de BMN, pero en perímetro homogéneo descendieron un 4,3% gracias a la aceleración de la captura de sinergias tras la fusión, que ascienden ya a 130 millones de euros, frente a los 66 millones que se preveían para este momento. Con ello, el margen antes de provisiones subió un 1,4% (-9,1% en proforma), hasta 1.498 millones.
De esta forma, el beneficio ordinario ascendió a 788 millones de euros (un 3,4% menos), que queda en 703 millones si se resta la provisión extraordinaria por la venta de carteras (un 39,2% más que los 505 millones del año pasado, cuando se hizo un cargo de 312 millones para la fusión).
Con estos resultados, el Consejo de Administración propondrá a la Junta General de Accionistas elevar un 5% el dividendo por acción, hasta los 11,576 céntimos (11,024 céntimos en 2017). Así, la cuantía total que se abonará a los accionistas de Bankia ascenderá a 357 millones de euros, frente a los 340 millones del ejercicio precedente. El pay-out alcanza así el 50%.
Con la participación actual del 61,4% que tiene el FROB en Bankia, este dividendo supondrá un nuevo avance en el proceso de devolución de las ayudas por importe de 219 millones de euros. Así, el total de las ayudas reintegradas tras realizarse el pago, que está previsto en abril, ascenderá a 3.083 millones de euros, de los que 961 millones corresponden a los cinco dividendos abonados desde 2014.
Uno de los principales esfuerzos realizados por el grupo durante el ejercicio 2018 fue en la mejora de la calidad del balance, tanto en la reducción de los activos dudosos como en los adjudicados. En este sentido, el banco disminuyó en 6.000 millones los activos improductivos (NPA) en el año, que se situaron en 10.900 millones, frente a los 16.900 millones del año anterior. Esto supone que se ha conseguido más que duplicar el objetivo marcado de reducir 2.900 millones al año durante los tres años del Plan Estratégico.
La actividad del ejercicio estuvo muy influida por la fusión de Bankia y BMN, y precisamente por ello se registró un año de menos a más en el dinamismo comercial. Finalmente, el banco logró alcanzar y elevar la velocidad de años anteriores e incrementó la base de clientes nuevos y vinculados; concedió más hipotecas, créditos al consumo y financiación empresarial; registró crecimientos en negocios de valor añadido, como los medios de pago y la gestión de activos, y observó cómo aumentaba el ritmo de digitalización de los usuarios.
El banco elevó en 120.576 el número de clientes durante el ejercicio y aumentó la vinculación, ya que al término del año contaba con 103.000 clientes más con los ingresos domiciliados.
En la base de clientes, se produjo, además, un aumento del ritmo de digitalización, de manera que, a final de año, el 45,4% de los clientes eran digitales y el 25,8% de las ventas se realizaron por esta vía, frente al 15,7% del año precedente. Destacar que el 31,4% de las concesiones de crédito al consumo se hicieron de forma digital, al igual que el 19,4% de la contratación de planes de pensiones o el 12,6% de fondos de inversión.
Además, la mitad de los clientes del banco cuentan ya con un gestor personalizado. De ellos, 755.000 clientes son atendidos en la actualidad por un asesor personal a distancia, a través del servicio ‘Conecta con tu Experto’.
En cuanto a la actividad, las formalizaciones de hipotecas crecieron un 6%, hasta 2.928 millones de euros; en tanto que las de crédito al consumo aumentaron un 13%, hasta 2.286 millones, y las de financiación empresarial se incrementaron un 13%, hasta 14.484 millones. De esta forma, el saldo de crédito al consumo subió un 14,1% y el de empresas, un 4,4%.