Con la recuperación económica las entidades bancarias han empezado a relajar desde hace bastantes meses el acceso a financiación por parte de particulares y los préstamos personales se han convertido en un recurso al alcance de la mayoría de ciudadanos. Pedir un préstamo on line es un recurso que se ha extendido para financiar compras importantes, adquirir un vehículo, renovar muebles, pequeñas reformas en casa y multitud de destinos más.
En muchas ocasiones los mismos bancos lo ofrecen ya preconcedido y muchísimas veces éste se tramita on line a partir de ofertas publicitarias directas de las entidades a través de redes sociales o bien mostradas a sus clientes.
Estos préstamos suelen ser en la mayoría de casos productos cerrados a un interés y condiciones determinadas y no suelen funcionar de forma elástica como otros productos.
Si ya tienes un préstamo personal concedido y quieres ampliarlo lo más recomendable es que contactes directamente con la entidad financiera que será la que tendrá que estudiar tu solicitud. Es infrecuente que se den opciones automáticas o fáciles para ampliar este tipo de créditos somo puede pasar en cambio con los créditos hipotecarios.
Además, independientemente de la facilidad con la que se haya conseguido el préstamo o que no se hayan solicitado demasiadas garantías, lo normal es que, para conceder ampliaciones se pida cumplir con algunas condiciones como las que explicamos a continuación.
Entre estas condiciones, como es obvio figura el haber pagado todas las cuotas y no tener ningun impago del préstamo. Ampliar el crédito también puede depender de la cantidad amortizada del actual préstamo. Si se está al principio de los pagos y apenas se han cumplido demasiadas cuotas puede que sea más dificil conseguir esta ampliación.
En el caso de la ampliación un criterio que los bancos suelen usar es que la deuda total ni supere el 30% de los ingresos fijos que se puedan tener. Tampoco hay que estar en ASNEF ni aunque sea por impagar el crédito de otra entidad.
Aclarar que estos criterios no se tratan de una norma estandar y que cada entidad bancaria tiene su criterio propio al respecto.
