jueves. 25.04.2024

¿Qué es la abogacía preventiva y por qué te puede interesar?

Para empezar con este artículo, me gustaría poner un ejemplo práctico para que ayude a comprender mejor qué es y para qué sirve la abogacía preventiva.

 

Supongamos que, debido al deterioro ocasionado por el paso del tiempo, tenemos que hacer una pequeña obra en una determinada zona de nuestra casa. Al no ser de gran envergadura, contratar a un profesional para que la realice no nos supondría un gasto muy elevado, sin embargo, como realmente el deterioro es minúsculo, decidimos no hacer nada y tratar de convivir con él. Lo más probable es que, con el transcurso del tiempo, el deterioro aumente exponencialmente y, en consecuencia, la obra a realizar será mucho mayor y costosa.

 

¿Cómo podríamos haber evitado esta situación? Muy sencillo, actuando a tiempo.

 

Básicamente, en eso consiste la abogacía preventiva, en anticiparse a un posible conflicto jurídico mediante el asesoramiento legal de un profesional para, de esta forma, evitarlo o reducir las consecuencias que pueda tener.

 

Por tanto, podemos definir el concepto de abogacía preventiva como aquel asesoramiento dado por un profesional del derecho, que tiene como objeto prevenir una futura problemática jurídica o limitar el perjuicio que pueda causar.

 

Para que la abogacía preventiva pueda funcionar se requiere de una alta colaboración del cliente. Si realmente se pretenden evitar conflictos, el cliente deberá comunicar al abogado cualquier duda o cuestión que le pueda surgir, y éste deberá tratar de asesorarle de la mejor manera posible, siempre analizando todas las consecuencias que puede tener una determinada actuación por parte del cliente.

 

Sin embargo, en determinadas ocasiones, el cliente plantea una situación en la que el problema ya existe. En esos casos, el abogado actuará con la mayor rapidez y claridad posible, asesorando al cliente para que el conflicto se solucione de la manera menos lesiva posible, siempre tratando de evitar acudir a un procedimiento judicial.

 

Como ya se ha mencionado, para que esto funcione se requerirá: i) comunicación activa por parte del cliente, ii) confianza en el profesional al que se le encarga el asesoramiento y, iii) no entorpecer el trabajo de dicho profesional. Es muy importante que el cliente no trate de actuar por su cuenta si no posee los conocimientos necesarios, porque, en la mayoría de las ocasiones, lo que sucederá es que se generará una problemática mucho mayor a la que había en inicio. A nadie se le ocurriría decirle a un cirujano cómo debe intervenir en una operación ¿Verdad?

 

Teniendo ya claro qué es la abogacía preventiva, veamos unos ejemplos en dos ámbitos del derecho:

  • En el ámbito mercantil:

Es más que frecuente que, sobre todo en las estancias iniciales de vida de una empresa, los fundadores de esta tengan múltiples dudas sobre cómo redactar los documentos fundacionales de forma correcta (contrato fundacional y estatutos de la sociedad).

Un defecto en cualquiera de estos elementos puede tener consecuencias a medio o largo plazo, que pueden ser evitados si se acude a un especialista en la materia, que redacte los documentos teniendo en cuenta todas las variables que pudieren surgir en un futuro. Ya lo decía mi madre “mejor prevenir que curar”.

  • En el ámbito civil:

En general, la abogacía preventiva es más que útil en el ámbito del derecho civil en general. Ya sea a la hora de redactar un contrato, de comprobar si el contrato que nos han ofrecido contiene algún tipo de cláusula abusiva o atenta contra los derechos de consumidores o usuarios o de cómo resolver cualquier tipo de controversia que haya podido surgir en relación con el mismo.

 

En conclusión, la abogacía preventiva, como su propio nombre indica, ayuda a prevenir que se genere una controversia jurídica o, si la misma es inevitable, tratará de que las consecuencias que se deriven de la misma sean las menos lesivas posibles.

 

No actuar en el momento oportuno o tratar de solucionar un determinado asunto sin tener los suficientes conocimientos sobre el tema puede suponer que, a la larga, las consecuencias sean mucho más gravosas de lo que podrían haber sido si se hubiera actuado de la manera correcta. Y ya saben ustedes, el que avisa no es traidor.

¿Qué es la abogacía preventiva y por qué te puede interesar?