viernes. 29.03.2024
AGRICULTURA

La nueva ley agraria de Baleares, a consulta pública

El texto se centra en la seguridad y la soberanía alimenticia, y prioriza la producción de alimentos sobre otras actividades relacionadas con la actividad agraria -como algunas actividades complementarias de ocio y los cultivos energéticos-, la venta directa y la transformación del producto en todas las Illes Balears.

El Boletín Oficial de las Islas Baleares recoge el comienzo del periodo de exposición pública del anteproyecto de la ley agraria de las Islas Baleares, al cual se podrán presentar alegaciones hasta el 15 de diciembre.

 


La tramitación ordinaria, según ha informado el Govern, empieza después de un proceso de participación en el cual se han mantenido una treintena de reuniones con un amplio espectro de interlocutores como las organizaciones agrarias, las entidades ecologistas, los colegios profesionales, el sector ecológico, las cooperativas, los consells insulares y el resto de consellerias, entre otros.



El Govern ha explicado que el contacto con los autores de la Ley agraria vigente ha sido constante para mejorarla con la experiencia de haberla aplicado durante más dos años, después de haber corregido los aspectos más urbanísticos de la normativa.



Ha apuntado también que, precisamente por seguridad jurídica y a petición de algunos de ellos, se crea una Ley nueva, con un texto consolidado, a fin de que sea más eficaz.



El Anteproyecto de ley se centra en la seguridad y la soberanía alimenticia, y prioriza la producción de alimentos sobre otras actividades relacionadas con la actividad agraria -como algunas actividades complementarias de ocio y los cultivos energéticos-, la venta directa y la transformación del producto en todas las Illes Balears.



Incluye medidas para la adaptación al cambio climático, por ejemplo, con el contrato territorial. Esta figura consiste en compensar los costes que representa para los payeses la generación de toda una serie de externalidades sociales y ambientales positivas: el mantenimiento de los márgenes, las acequias y los albañales; la dinamización de otros sectores económicos, etc.



Las actividades complementarias, a fin de que no sustituyan la actividad agraria, se permitirán en explotaciones preferentes, las cuales tendrán que generar una unidad de trabajo agrario (es decir, trabajo para una persona durante todo el año) y certificar que un mínimo de la renta proviene de la actividad agraria.



Por otra parte, se crean las zonas de alto valor agrario, que se reservan y priorizan para esta actividad, y se abre la posibilidad de que los ayuntamientos y los consells insulares creen bancos de tierras, que también pueden ser privados. También se impulsa la figura del parque agrario, poniendo en valor la actividad agraria en zonas periurbanas.



Este apuesta por el producto local y el patrimonio fitogenético, se crea el Catálogo de variedades locales, se introduce la posibilidad de tramitar ante el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que no se autorice la siembra de nuevos organismos modificados genéticamente (transgénicos) y se recoge la obligatoriedad de cumplir la Ley estatal de sanidad vegetal, en virtud de la cual las fincas se tienen que mantener en buenas condiciones y se tiene que alertar a las autoridades sanitarias si se sospecha de la presencia de una plaga, como la de Xylella fastidiosa.



El Govern ha destacado que se trata de una apuesta por la producción agraria de calidad, se establece el marco legal para que en las compras públicas se prioricen los productos de calidad de proximidad.

La nueva ley agraria de Baleares, a consulta pública