martes. 30.04.2024

Fútbol femenino: el futuro pasa por el negocio

El fútbol en España es más que una pasión, casi una religión. Lo contamina todo en todos los ámbitos. No es de extrañar pués como atrae el interés empresarial y el dinero contante y sonante, al menos en primera y segunda división. Es más, el fútbol se ha convertido en un espacio para hacer negocios. Ya se sabe aquello de que se cierran más acuerdos empresariales en las lonjas de los estadios de primera división que en los despachos de las empresas.

Puesto esto por delante no puedo, quiero ni debo obviar la que es, seguramente, una de las mayores gestas de nuestro deporte. La consecución de la Copa del Mundo de futbol por parte de nuestra selección femenina este mismo fin de semana. De hecho, este es el motivo principal de este artículo.

Hace solo una década ninguno de nosotros hubiera imaginado conseguir semejante conquista en un país en el que el futbol femenino de élite estaba en pañales y con un nivel de profesionalización escaso, por no decir casi inexistente. Una verguenza vamos. Pero menos aún nadie se hubiera imaginado la repercusión social tan brutal que ha tenido este campeonato.

Esta implicación pasional de la gente de a pie tiene y puede servir de acicate para que las cosas cambien a mejor en el futbol femenino y en general en el deporte femenino pero este cambio no se dará por si solo ni de forma inmediata. Hablo de profesionalización, de salarios dignos, de crecimiento de la cantera y de que las niñas quieran ser futbolistas por que tienen ejemplos que imitar.

Que las jugadoras se hayan llevado un pellizco de 250.000 euros como incentivo habla muy bien de la voluntad de la FIFA en recorrer el camino hacia la igualdad pero tampoco olvidemos que en el caso de los hombres la recompensa es de 400.000 euros por la misma meta.

Y es que para que el fútbol femenino de élite crezca debe ser un negocio rentable como lo es el masculino. Debe haber inversión publicitaria, patrocinadores interesados y por ende, también televisión e interés por parte de los medios de comunicación. Hasta hace poco estábamos en un bucle sin salida que se ha roto para empezar con la entrada tímida pero creciente de la televisión, con el interés creciente de público y espectadores y con algunas empresas importantes que han creído en ello. A estas empresas seguramente ahora le seguirán otras. 

Para que la igualdad de salarios entre hombres y mujeres esté más cerca el fútbol femenino debe generar más ingresos y la victoria de la selección nacional será un espaldarazo enorme en este sentido. No olvidemos que ahora mismo el salario mínimo de una futbolista en primera es de apenas 16.000€ mientras que un hombre cobra 155.000. La diferencia es abismal pero puede reducirse significativamente a medio plazo. 

En otros deportes como el tenis se ha conseguido que los premios para hombres y mujeres sean los mismos. Eso si, después de mucha lucha y de replantear el modelo de negocio desde la ATP como un todo entre hombres y mujeres. Lo que es seguro es que el fútbol femenino hoy es más viable económicamente y puede serlo aún más a corto plazo.

Fútbol femenino: el futuro pasa por el negocio