Los ciudadanos de Baleares sabemos, por cercanía y conocimiento in situ, la idiosincrasia y particularidades de cada una de las islas que forman nuestro Archipiélago. Nos separa el mar, es evidente, pero al fin y al cabo es el territorio que conforma nuestra Comunidad Autónoma.
En el caso de Ibiza, su marca como destino exclusivo, de discotecas top y de turistas procedentes del show business o del mundo del deporte, trasciende fronteras, alcanzando muchos rincones del Mundo. Esa es la Ibiza más conocida. Sin embargo, existe otra Ibiza, llena de rincones por descubrir y de una actividad laboral que se alejan de los tópicos más conocidos.
Lo sé por experiencia, porque he visitado la pitiusa mayor más por trabajo que por ocio o placer, y siempre me llevo un retorno excelente. La semana pasada, con motivo de la celebración de la Gala 2023 de CAEB (Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares), ha vuelto a ocurrir. Un evento anual de suma importancia, exigente y arriesgado -simplemente por lo que conlleva el convencer y trasladar a la mitad del público asistente desde Mallorca y Menorca-, que se salda con un rotundo éxito.
Éxito contrastado tanto por los muchos comentarios recibidos por parte de las más de 400 personas que nos acompañaron como por la propia sensación del equipo que formamos CAEB, viendo que el resultado fue incluso mejor de lo que esperábamos, especialmente en cuanto al poder de convocatoria. El desarrollo del evento, preparado a conciencia, se ejecutó al detalle según lo planificado, pero la asistencia vio desbordada la mejor de nuestras previsiones.
Como parte involucrada en la organización, detrás de este éxito no puedo dejar de pensar en todo el trabajo desplegado. Intenso durante las últimas dos semanas, casi el mes de septiembre al completo, diría, pero que se fue forjando desde la pasada primavera, desde el momento en que la Dirección de CAEB decidió que Ibiza sería sede de la octava gala dedicada a ensalzar la figura de los empresarios de Baleares.
Un desenlace brillante basado en dos variables destacadas por la propia presidenta de la patronal balear, Carmen Planas, durante su intervención en la gala: actitud positiva y trabajo en equipo. La actitud positiva es fundamental porque con ilusión y esfuerzo los retos se llevan a cabo con pasión y con grandes posibilidades de llegar a buen puerto. Y el trabajo en equipo es asimismo crucial: el granito de arena aportado por todos y cada uno de los miembros de una plantilla limitada convierten lo que meses atrás parece imposible en realidad.
Las visitas al recinto, los contactos con los responsables y con empresas externas, las sucesivas reuniones de planificación, el intercambio de opiniones y la rápida solución a los problemas que siempre surgen a última hora. Todo suma. Un largo camio para alcanzar el objetivo.
Juntar a más de 400 personas -la mitad procedentes de Mallorca- en un hotel de Sant Josep de sa Talaia, a escasos días de los importantes cierres de las grandes discotecas ibicencas, no es nada fácil, y sí muy satisfactorio. Si, además, los empresarios premiados este 2023 (Daniel Ramon, de Podarcis; Joan Suñer, de Cárnicas Suñer; Bartomeu Bestard, de Alcudiamar; Xavier March, de Refinería; y muy especialmente Tolo Riera, fundador y presidente de Angel24, que compartió el galardón de Empresario del Año con su esposa) reciben este merecido reconocimiento del tejido empresarial con indisimulada alegría y emoción, entonces uno sabe que el atrevimiento, empeño y entrega para la organización de este evento han valido la pena.
