La profesión de coach directivo te permite conocer en profundidad el trabajo de estas personas y ayudarles a que utilicen todo su potencial. Me considero afortunado por desempeñar esta actividad tan enriquecedora. Porque una de las tareas recurrentes con los directivos es la conversación sobre liderazgo y la definición de su propio modelo.
Desde hace unos meses, en Go Consulting, estamos trabajando para una empresa de gran complejidad, donde hemos diseñado y estamos implementado el modelo de liderazgo del proyecto Desarrollo de Talento 2030 para los futuros lideres y gestores. Todo está focalizado en la figura del director general que, este caso, es un líder cautivador. No me costó mucho identificarlo, ya que había trabajado con ese modelo para otra compañía.
Se trata de la teoría del liderazgo nivel 5 de Jim Collins, consultor y autor del libro Empresas que sobresalen (Good to Great), en el que analiza en profundidad un gran número de organizaciones y las razones por las que algunas compañías tienen éxito duradero y otras no. El modelo tiene unos años, pero su vigencia es muy actual.
De un modo esquemático, me gustaría compartirlo con sus diferentes niveles. Seguro que podrá reconocer a ciertas personas en algunos de ellos.
NIVEL 1: INDIVIDUO DE GRAN CAPACIDAD
Hace un aporte productivo en virtud de su talento, conocimiento, destrezas, buenos hábitos de trabajo y de su actitud emprendedora. Suele tener un alto nivel de desempeño. Si no evoluciona, puede ser individualista y no trabajar en equipo.
NIVEL 2 : MIEMBRO DE UN EQUIPO QUE CONTRIBUYE AL EQUIPO
Es el nivel 1 evolucionado, que incluye la capacidad para trabajar en equipo y la contribución para alcanzar los objetivos. Tiene un alto grado de comunicación y buena capacidad para relacionarse, empatía y trabajo efectivo.
NIVEL 3 : GESTOR COMPETENTE
Además de tener capacidad y saber trabajar en equipo, puede organizar a las personas y gestionar los recursos para el cumplimiento de los objetivos y metas con efectividad. Equilibra la distribución de las actividades en el equipo de forma adecuada en función de los perfiles y los talentos.
NIVEL 4 : LÍDER EFICIENTE
Consolida el compromiso, ya que consigue cristalizar una visión nítida para la organización. Es un ejemplo para su equipo por su alto rendimiento y tiene una gran capacidad de motivación por su apoyo y confianza, y facilita que las personas se sientan libres de tomar su rumbo de acción y sus propias decisiones. Identifica y detecta nuevos talentos para invertir en ellos.
Nada nuevo hasta ahora. Cada nivel es la suma de las anteriores más un nuevo elemento. Pero Collins identifica un nivel superior que podría pasar desapercibido, si no fuera por los sorprendentes resultados que consigue.
NIVEL 5 : LIDERAZGO DE NIVEL 5
Las características más relevantes:
- Humildad. Son humildes y no buscan la atención personal. En lugar de ello, están enfocados en conseguir el bienestar de la organización y en lograr resultados duraderos.
- Determinación. Tienen una gran determinación profesional y una enorme pasión por lograr el éxito de la organización a largo plazo.
- Compromiso con la excelencia. Son excelentes en su trabajo y están comprometidos con la excelencia en todos los aspectos de la organización.
- Foco en la organización. Están centrados en la organización y no en sí mismos. Tienen su foco puesto en el bienestar de la organización y en los resultados duraderos.
- Desarrollo de los demás. Se preocupan por el desarrollo de las personas que trabajan con ellos y están comprometidos en ayudarles a crecer y alcanzar su máximo potencial.
Parece muy utópico, pero no lo es. El director general de la compañía donde implementamos Desarrollo del Talento 2030 cumple con la mayoría de requisitos nivel 5, aunque se niegue a reconocerlo. Su ascendente en el equipo directivo es muy fuerte.
Aprender y alcanzar el liderazgo de nivel 5 es un proceso que requiere tiempo y dedicación. Collins sugiere que, para convertirse en este tipo de líder, es importante comenzar por desarrollar habilidades de liderazgo sólidas, una mentalidad centrada en la organización y una fuerte ética de trabajo, así como estar dispuestos a hacer sacrificios personales en aras del éxito de la organización.
La mayoría de organizaciones están bien dirigidas, pero suelen tener un liderazgo mejorable. La mayoría alcanzan el nivel 4, pero las diferencias con el 5 no son sutiles.
Los lideres competentes llegan al nivel 4 y los excelentes se ubican en el 5. Y eso implica poner el foco en la organización y no en sí mismos. Además, el desarrollo de los demás es importante para el nivel 4 y tiene prioridad en el nivel 5, con un fuerte compromiso con el desarrollo de las personas que trabajan con ellos y les ayudan a crecer y alcanzar su máximo potencial. Pero los rasgos más observables son su humildad y su determinación profesional junto con una pasión por lograr el éxito de la organización a largo plazo. Y esto es válido para empresas grandes y pymes.
Es un privilegio poder conocer y observar cómo estos lideres, de perfil bajo y visión a largo plazo, gestionan con delicadeza y firmeza a las personas, los procesos y a la organización. Me llena de esperanza pensar que ese tipo de liderazgo es contagioso y que en las organizaciones hay suficiente talento como para crear una masa crítica de lideres excepcionales. Difícil, pero no imposible.
