El mercado de demanda que ya ha llegado exige 10 cambios mentales de todos los actores empresariales. El más importante es transitar de jefe a líder entrenador, ayudando a todos a crecer.
¿LOS PRACTICA?
1. Estar orientado a los nuevos éxitos, recordando que las crisis surgen cuando se llega tarde.
2. Crear equipos eficientes, conducidos con armonía relacional, que superen los departamentos para que todos sepan y quieran actuar como verdaderos anfitriones, proactivos, polivalentes y vendedores. Recordando que solo se puede caminar, pero solo en equipo se llega al éxito.
3. Relacionarse con positividad y proactividad, creando vínculos de confianza que permitan activar la creatividad y la innovación.
4. Predicar con su ejemplo generando admiración personal y profesional, que ayudará a que su equipo quiera crecer y crear ejemplo.
5. Crear y organizar encuentros de comunicación, tanto profesionales como personales, para compartir los siete valores imprescindibles, consiguiendo que crezca la confianza y la cohesión entre todos…para superar la difícil situación actual: PACIENCIA, para escuchar y comprender. PRUDENCIA, para no acelerarnos. PRESENCIA, para estar cerca. PROACTIVIDAD, para actuar a tiempo real. PERFECCIONISMO, buscando el éxito. POLIVALENCIA, para entre todos crear una marca deseada. PROXIMIDAD, superando las distancias y bloqueos
6. Convertirse en activista del crecimiento personal y profesional con la FORMACIÓN, que actúa como las dioptrías, que permiten ver lo que no se veía, transmitiendo a todo su equipo uno a uno, que si no se forma se convertirá en uno más, cayendo en el montón donde hay muchos.
7. Tener visión motivadora para saber empatizar, discernir lo esencial, perdonar y ensalzar el talento, predicar con el ejemplo para gestionar el éxito y la autoestima, a diferencia de las personas que tratan mal a la gente. Pueden ser triunfadores, pero no son líderes que crean y alimentan de entusiasmo y esfuerzo a equipos eficientes y coordinados con armonía.
8. En una empresa todos podemos y deberíamos desarrollar las actitudes del buen entrenador, con los profesionales que lideran para conseguir relaciones amables y conexiones positivas que faciliten la actitud de sembrar, y en consecuencia andar juntos el camino de la excelencia
9. Los entrenadores deben tener talentos como la paciencia, la constancia, la escucha activa, un lenguaje claro, dotes didácticos, perseverancia y generosidad para reconocer los progresos
10. Esta innovación necesita dominar los conversatorios, donde se debate con tiempo, con templanza, con humor, con humildad, sin desprecio a lo nuevo y a las verdades absolutas