La alianza turística Exceltur ha pedido que se de prioridad a los destinos turísticos costeros en el próximo "ciclo electoral" por su gran relevancia en la oferta y demanda turística española y porque la obsolescencia de parte de las instalaciones requiere una renovación.
Apela a los ayuntamientos a no imponer tasas turísticas y piden el impulso del turismo urbano, trabajar para mantener la identidad de los barrios y ciudades y normativas más exigentes que eviten el crecimiento "descontrolado" de las vivienda turísticas.
En su "Atlas Municipal de la Contribución Social del Turismo en España", publicado este martes, señala que entre los 100 municipios de mayor relevancia turística -liderados por Madrid, Barcelona, Benidorm (Alicante), San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas), y Salou (Tarragona)- aglutinan el 56 % de toda la capacidad alojativa turística en España, aunque solo el 28% de la población residente.
La relevancia de estos destinos, junto con la obsolescencia de parte de sus instalaciones y espacios públicos en múltiples destinos, tras varias décadas desde su desarrollo, justifican la necesidad de actuar de forma decidida a través de una política de Estado en el refuerzo de una competitividad sostenible, señala.
Por ello, recuerda la necesidad de un PERTE específico o un programa similar para que el sector pueda reposicionarse de forma competitiva.
UNA APUESTA POR UN TURISMO MÁS RENTABLE
Los destinos costeros -de los 100 anteriores, 81 son de litoral- justifican la mayor prioridad de Estado por los desafíos estructurales y competitivos que acusan y por la gran relevancia en la oferta y demanda turística española, dice Exceltur, en la que se integran 33 de las empresas más relevantes del sector, entre ellas grandes como Meliá, cuyo CEO, Gabriel Escarrer, preside la alianza.
Si se amplía el número a los 500 municipios más importantes que presenta el Atlas, el número de destinos costeros se sitúa por encima de la mitad (251, con tres millones de plazas de alojamiento turístico).
Para los destinos urbanos destacan su consolidación como referentes internacionales y como garantes de la preservación de la calidad de vida y la identidad de la población residente.
Las capitales de provincia, autonómicas y ciudades autónomas representan el 16% de toda la oferta turística alojativa de mercado en España, según el Atlas, con seis ciudades (Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Sevilla, Valencia y Málaga) entre las 20 primeras.
Algunas de estas ciudades son referentes por lo que Exceltur apuesta por impulsar una oferta más diferenciada y socioeconómicamente más rentable, por el mayor efecto arrastre y por el aumento del valor añadido local.
Ese impulso debe ser compatible con el mantenimiento de los elementos de identidad y estilo de vida de los barrios más emblemáticos, que evite la expulsión de residentes derivada del crecimiento "descontrolado" de las viviendas turísticas.
En otros ámbitos señala que ciertos destinos de interior -como los de montaña especializados en el esquí y otros deportes y experiencias de naturaleza- presentan oportunidades de desarrollo, dada su presencia aún reducida en la estructura turística española.
Sin embargo, el mayor reto público-privado en estos destinos es analizar previamente su rentabilidad socioeconómica para decidir si invertir en ellos.
PIDE A LOS AYUNTAMIENTOS QUE NO PONGAN TASAS TURÍSTICAS
Para los ayuntamientos que salgan de las elecciones municipales de este próximo domingo, Exceltur les pide que eviten la imposición de recargos y tasas.
Igualmente demanda "una reflexión" sobre la capacidad de acogida de la sociedad y las capacidades de carga de los espacios turísticos más tensionados, con normativas más exigentes en materia de viviendas turísticas, flujos de excursionistas, cruceristas y de autocaravanas.
Defiende también liderazgo político al máximo nivel para integrar el turismo en la gestión local; diseñar una estrategia continuada en el tiempo, y aprovechar las sinergias y economías de escala con otros municipios y/o organismos supramunicipales.
Al tiempo, les solicita que apuesten por la inversión en el reposicionamiento de la oferta hacia un segmento superior, de mayor valor añadido, para inducir mayor gasto y un efecto arrastre sobre otras actividades.
