viernes. 26.04.2024

BBVA fue el primer banco del mundo en lanzar la funcionalidad de cálculo de la huella de carbono que, gracias a la analítica de datos, permite medir el impacto de nuestra actividad diaria en emisiones de CO2. Tras una gran acogida en una fase inicial donde esta funcionalidad sólo estaba disponible para empresas, en julio de 2021 se extendió a todos los clientes. La herramienta cumple así un año a pleno rendimiento y lo hace con el hito de haber alcanzado más de un millón de usuarios.

La funcionalidad de cálculo de huella de carbono de BBVA realiza una estimación de ese impacto. Para ello, el banco toma como referencia la actividad de sus clientes en los sectores de electricidad y combustible, a través de aquellas transacciones con tarjeta o recibos categorizados previamente como luz, gas y, recientemente, se han incluido los gastos en transporte -tanto colectivo como público-. Y todo ello, en base a las preferencias de los clientes en el tratamiento de sus datos personales.

La herramienta analiza los movimientos indicados anteriormente y reporta un listado de emisiones donde se indican los kilogramos de dióxido de carbono emitidos y resalta los más significativos y susceptibles de mejora. Además, se ofrece información sobre qué medidas en materia de sostenibilidad podrían adoptarse para contribuir al mantenimiento del planeta, reducir la huella de carbono y, además, para ahorrar en las facturas.

De este modo, el millón de usuarios que han accedido a la ‘app’ del banco y han hecho uso de este servicio, han recibido información para poder ahorrar en sus consumos y facturas energéticas. Por ejemplo, cuánto se podría llegar a reducir su factura de la luz si realiza una serie de cambios de hábitos en el uso de sus dispositivos o electrodomésticos o si sustituye algunos de éstos por otros de mayor eficiencia.

La huella de carbono es una variable de medición ambiental que indica las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que el ser humano genera, directa o indirectamente, con sus actividades y consumos.

Algunos ejemplos cotidianos de generación de huella son que ver la TV supone una emisión 35 kilogramos de CO2, una ducha diaria 109 kilogramos y cada kilo de basura no reciclada emite 700 gramos.

Normalmente no somos conscientes del impacto medioambiental que genera la acumulación de estas acciones tan habituales, pero es necesario conocerlo para mitigar sus efectos y para lograr un consumo más eficiente y un mayor ahorro. En el caso de las empresas, además, es útil para explorar nuevas líneas de negocio que les faciliten la adaptación a un nuevo contexto y a una recuperación empresarial más sostenible.

BBVA ha facilitado a más de 1M de clientes cómo reducir su huella de carbono