España inaugura esta semana las subastas de agosto y lo hará cuando ya tiene captado el 68% del objetivo de financiación a medio y largo plazo previsto para todo 2022.
La primera de las emisiones previstas en agosto será el día 4, y en ella ofrecerá a los inversores obligaciones a siete y diez años, y otras obligaciones a quince años indexadas a la inflación. Por último, subastará unas obligaciones con una vida residual de cuatro años y tres meses.
Las siguientes subastas serán el día 9 de agosto, de letras a 6 y 12 meses; y el día 16, de letras a 3 y 9 meses. La subasta prevista para el día 18, de bonos y obligaciones, no ha sido convocada, según ha anunciado el Tesoro.
La subastas que celebrará el Tesoro el día 4 será la primera después de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera subir los tipos de interés en cincuenta puntos básicos, y de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) los elevara en 0,75 puntos por segundo mes consecutivo.
En este contexto, el interés de la deuda española a diez años, la de referencia, cotiza a la baja, en el entorno del 2%, aunque el pasado jueves llegó a caer de esta cota por primera vez desde mayo.
Los analistas de Singular Bank explican que esta caída es consecuencia de la subida de tipos en EE.UU. y la publicación del negativo dato de PIB del país que se ha conocido esta semana y que se sitúa a la economía estadounidense en recesión técnica.
Tras el repunte de los tipos, "la Fed continúa endureciendo las condiciones financieras, con implicaciones en el consumo, la inversión empresarial y el coste financiación de los gobiernos", añaden los expertos, para quien, por ahora el mercado está anticipando con mayor probabilidad un escenario de "aterrizaje forzoso" donde el riesgo de recesión gana cada vez más protagonismo", dicen.
Todo ello se refleja en un aplanamiento de las expectativas de inflación y tramos largos de la curva de tipos de deuda soberana, concluyen.