Una de las dudas más frecuentes que surgen a la hora de poner en marcha un negocio es en qué momento es necesario darse de alta como autónomo en la Seguridad Social.
Según la normativa, un autónomo es quien “realiza de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo”, pero esa definición presenta muchos matices.
Según informan desde Jra Economistas, la jurisprudencia ha establecido que un trabajador autónomo desarrolla una actividad habitual cuando sus ingresos por ella son superiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a pesar de que no se trate de un ingreso fijo mensual.
Sin embargo, aunque no se alcance ese umbral, la Seguridad Social considera que el autónomo debe darse de alta si posee un establecimiento abierto al público, incluyendo los blogs o webs con publicidad, las tiendas online y los despachos profesionales anunciados mediante una placa en el edificio.
Lo que sí es obligatorio para poder facturar es registrarse en el censo de la Agencia Tributaria a través de la presentación del modelo 036.
Muchos autónomos, al no superar en sus inicios el SMI, esperan a darse de alta en la Seguridad Social hasta que empiezan a obtener mayores ingresos. El problema es que ambas administraciones cruzarán datos y, al no coincidir las fechas, la Seguridad Social podría aplicar el alta con carácter retroactivo.
El asesor fiscal Daniel Blas aclara que la ley no hace referencia expresa a la superación del salario mínimo, por lo que al no estar definido como un indicador de habitualidad puede ser algo interpretable.
De hecho, la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social afirma tajantemente que para ejercer una actividad es obligatorio estar dado de alta como autónomo, a riesgo de incurrir en sanciones graves y enfrentarse a cuantiosas sanciones.
Fue el Tribunal Supremo en una sentencia de 1997 el que abrió la puerta para que el concepto de actividad habitual no guardara tanta relación con la periodicidad o frecuencia con la que se desarrolla, sino con la posibilidad de que si no se supera el SMI en el año natural, dicha actividad deje de ser habitual y, por tanto, no sea necesario darse de alta en la Seguridad Social.
