jueves. 28.03.2024

Penúltimas rebajas

Aún retumban los ecos de la cueva donde Alibaba.com almacenó los más de 13.000 millones de euros que recaudó en una sola jornada de ventas. El “Día de los solteros chinos”, como los occidentales “Black Friday” y “Ciber Monday”, son argucias que tratan de romper la estacionalidad del mercado, provocando en el consumidor la sensación de oportunidad irrepetible. A los recursos del marketing digital se suman campañas masivas ‘off line’ y una gran divulgación espontánea en las redes sociales, no siempre positiva, que generan el caldo de cultivo para que se haya implantado con éxito y celeridad una nueva fórmula de seducción comercial.


Abriéndose paso en la mancha publicitaria de la prensa escrita, las noticias del cambio climático nos invitan a reflexionar sobre los hábitos que afectan a la capa de ozono. Pero el efecto invernadero también altera la llegada de las temporadas y cada vez el frío o el calor nos sorprenden más tarde. El rigor de las temperaturas ejerce la función inductora del cambio de armario y la reposición de los artículos adecuados, por lo que las compras se acompasan al termómetro y, si la crudeza del mercurio no se muestra hasta cerca de los solsticios, aguardamos a las rebajas para vaciar la tarjeta de crédito.


Para tratar de romper esos ciclos, cada vez menos armónicos con el negocio, se implementan eventos puntuales, al estilo de los importados referidos antes y los domésticos de San Valentín o el Día de la Madre, incluso más prolongados, como los Días de Oro y Sin IVA. Pero eso no bastará.


El problema es que cada día que pasa estamos en mejor disposición para superar los recelos que mantuvimos inicialmente con el comercio electrónico y siempre hay un lugar en el mundo que te oferta aquello que buscas, sin tener que esperar la apertura de puertas en el gran almacén.


Si combinamos promociones, clima y globalidad, cada vez tendrá menos sentido el periodo de rebajas, así que los comercios deberán buscar fórmulas más imaginativas, basadas especialmente en el servicio y la orientación, para ser competitivos y subsistir. De lo contrario, sus cuentas de resultados se verán afectadas por el escaso volumen de negocio que se producirá con los precios estándar y la economía de escala se lo llevará por delante.

Quizá sea exagerado creer que pronto se diluirá el entusiasmo compulsivo por la llegada de julio o enero, aunque la rotación de surtidos por algunos franquiciadores, como Inditex, o la heterogeneidad en los horarios comerciales y el inicio oficial de las rebajas en España ya hayan afectado bastante el porcentaje de ingresos que reportan ambas épocas del calendario mercantil.


El dinamismo en el comercio es imprescindible desde que los Fenicios descubrieron que el buen paño en arca no se vendía, si no la acercabas al cliente. Sin más dilación debemos esforzarnos por seleccionar a nuestros potenciales consumidores para ir a su encuentro, antes de que en el camino se pierdan. La gran paradoja es que las nuevas tecnologías amplían su campo de opciones hasta  el infinito, pero el rastro que dejan nos permite saber antes y mejor qué es lo que desean.

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