Siempre lo hemos hecho así, no creo que funcione, ahora tenemos mucho trabajo, no estamos para experimentos, esto no encaja en nuestro modelo, es demasiado radical, la gente no lo entenderá, no estamos preparados, no es el momento, más adelante, lo que hay que hacer es trabajar más, lo que hay que hacer es salir a vender, no tenemos presupuesto, nos llevará el doble de trabajo, si fuera buena idea alguien ya lo habría hecho antes, mejor esperamos un poco, todo está inventado….
Si ésta es la banda sonora de tu empresa, huye. Te rodea gente tóxica. Cierto que a veces las cosas funcionan por casualidad, que a pesar de los esfuerzos el barco no se hunde pero no es muy aconsejable dejar nuestro futuro en manos del azar.
Vivimos en un entorno cambiante y lo que ayer era espléndido mañana puede resultar inútil. Cambian los mercados, cambian los clientes; las empresas no pueden, pues, permanecer estáticas.
Innovación, creatividad y cambio son el mantra necesario para orientar la proa de nuestra empresa hacia los puertos de un futuro mejor. Unos mantienen el barco en puerto, temerosos de posibles tormentas que puedan encontrar en mar abierto; otros quedan a merced de los vientos y algunos arriesgan fijando el rumbo.
Audentes fortuna iuvat, a los osados sonríe la fortuna, decía Virgilio ya en el siglo I aC. Qui no arrisca no pisca nos recuerda la sabiduría popular. Así pues, permanezcamos en puerto a ver qué pasa, quedemos a merced del viento a ver dónde nos lleva o fijemos nuestro rumbo. La decisión está en nuestras manos.
Audaz y osado no son sinónimos de temerario, ni de irresponsable. Una cosa es una innovación y otra una ocurrencia. ¿Triple salto mortal? Sí, pero con red. Arriesgar sí, pero con arnés.
Por tanto, si decides fijar tu rumbo, fijar tus objetivos SMART (concretos, medibles, alcanzables, realistas y calendarizados), no olvides tu brújula como sistema de inteligencia competitiva ni tus cartas de navegación en forma de Business Model Canvas, de Design Thinking, de Scrum & Kanban o de una sencilla hoja de cálculo. Simplifícalo con Lean y no olvides, como decía Eisenhower, que el plan no es nada, pero la planificación lo es todo
