jueves. 28.03.2024

Comercios emblemáticos de Palma en familia

Os queremos presentar otra forma de conocer Palma con niños, esta vez lo hacemos a través de algunos de sus comercios más emblemáticos que por su tradición e historia son visitas imprescindibles tanto si vives en Palma como si vienes de vacaciones a Mallorca con niños.

 

Nosotros hemos podido conocer parte de su historia gracias a la iniciativa del blog PekesMallorca, que desde hace varios meses organiza visitas guiadas para conocer estos lugares desde el punto de vista de los más peques. Su ruta se llama «Dulce, salado y juguetes» y la realiza Pedro, propietario del blog y guía turístico oficial. Además de esta ofrece muchas otras rutas, siempre con un enfoque familiar. Desde su web podéis descubrir sus propuestas.

 

La ruta de PekesMallorca nos llevó por una serie de comercios muy queridos por los palmesanos y tuvimos ocasión no sólo de conocer sus orígenes sino de degustar algunos de sus productos:

 

C’an Joan de S’Aigo

C’an Joan de S’Aigo es un lugar que hemos mencionado bastante en este blog, sobre todo en nuestra rutas de chocolaterías por Mallorca y como no, la ruta de heladerías por Mallorca.

 

Actualmente tiene 3 locales en Palma, pero la visita tiene que pasar por su local más antiguo y emblemático, el ubicado en el Carrer de Can Sanç, nº 10 de Palma. La historia de este establecimiento se inicia alrededor del año 1700. Inicialmente estaba ubicado en el Carrer Fiol y paso a este nuevo emplazamiento pero conservando todo el glamour del anterior.

 

El nombre del local viene de su fundador, ‘Joan de S’Aigo’, un empresario, con cierta visión, que se dedicaba en invierno a reclutar hombres para que fueran con él a la Serra de Tramuntana a recoger nieve y guardarla en las llamadas «cases de neu» (casas de nieve).

 

Esta casas eran construcciones excavadas en el suelo de las montañas de la Serra. Allí es donde se guardaba y acumulaba la nieve caída durante el invierno, de esta forma había reservas de hielo para las épocas de más calor. Con este hielo se hacían los llamados «pans de neu» que se llevaban hasta Palma entre otros lugares. Estos panes se vendían como hielo a las familias.

 

Joan se dio cuenta que podía aprovechar el agua formada por fusión de estos panes, mezclándola con zumo de frutas. De esta forma tan especial conocemos el origen del actual helado, marca de la casa. El primer sabor que se elaboró de forma artesanal y con producto 100% mallorquín fue el helado de almendra que aún hoy podemos degustar con la particularidad que estamos probando una receta única.

 

Tiempo después, al helado se añade el chocolate caliente y las ensaimadas. Pero sobre todo destaca la famosa coca cuarto, cuyo secreto radica en «asustarla» una vez sacada del horno, es decir tirar la bandeja al suelo, consiguiendo que la masa adquiera esa esponjosidad tan característica.

 

Can Joan de S’Aigo en una de las chocolaterías más antiguas de Europa. Actualmente está regentado por la familia Martorell, es su cuarta generación quien intenta conservar el espíritu tradicional del local y tienen un vínculo muy estrecho con los mallorquines.

 

Juguetes La Industrial

Estamos ante la juguetería más antigua de Palma, tiene más de 100 años de historia y venden juguetes de ayer y de hoy. Entre sus clientes ilustres han pasado por su tienda la reina Sofía o la mismísima Grace Kelly.

 

Un sólo vistazo a la tienda ya nos indica su particular forma de entender el mundo de los juguetes, con un cariño y mimo especial. Para nosotros es un gran ejemplo de lo que debe ser el pequeño comercio y el valor que aportan a sus clientes con un conocimiento profundo de su profesión y la capacidad de aconsejar sobre cuál puede ser el juguete perfecto para nuestros hijos.

 

Actualmente la regentan 2 hermanas: Concepción y Neus Aguiló que cuentan que sólo venden aquellos juguetes que les gustan, huyen de juguetes prefabricados y ofrecen productos de calidad pero a precios razonables.

 

Son las únicas en Palma que siguen vendiendo la famosa Mariquita Perez, una muñeca que tiene una larga tradición y que era el juguete más codiciado por muchos niños entre los años cuarenta y sesenta.

 

La tienda ha pasado por todo tipo de crisis, incluso estuvo abierta durante la guerra civil cuando caían bombas sobre Palma, y han conseguido volver a abrir tras los meses de confinamiento durante la pandemia. Pero reconocen que cada vez es más complicado ya que muchos prefieren hacer sus compras en grandes almacenes u online, y las ayudas institucionales a todas luces son insuficientes.

 

La tienda ha vendido y sigue vendiendo juguetes tradicionales a abuelos, padres y ahora a hijos y a nietos. Nosotros la recomendamos y de hecho ya hemos realizado varias compras de cumpleaños y reyes en ella. Es un buen lugar para encontrar ese regalo especial y diferente.

 

La Pajarita

Pegado prácticamente a La Industrial, encontramos La Pajarita con otra muy característica fachada. Esta tienda es conocida por sus bombones y su charcutería y desde hace un tiempo incluso ofrece comida para llevar realizada por el cocinero Pau Barceló, que ha trabajado más de 7 años con Santi Taura.

 

Este emblemático comercio de Palma data de 1872, su ubicación original era en el Carrer de Ses Minyones y era una chocolatería. En Mallorca las chocolaterías tienen larga tradición y en centro de Palma había bastantes, la mayoría de ellas eran conocidas por el nombre de Granjas.

 

Entre sus clientes ilustres destacan algunos como el Archiduque Lluís Salvador de Austria o al escritor Robert Graves. La Reina Sofía también ha sido cliente habitual. Con el tiempo se convirtió en una tienda de ultramarinos que ofrecía productos de ultramar. Fueron los primeros en vender café y plátanos en Palma o el conocido Champagne Möet & Chandon. Nos cuenta que una botella lucía con orgullo en su escaparate aunque estaba rellena de agua por miedo a que la robaran por su precio elevado.

 

En 1972 es cuando se realiza la separación de dulce y salado. Cada tienda funciona de forma independiente y las dos ofrecen productos delicatessen. Al frente del negocio de salado se encuentra Pep Mulet que nada menos representa a la sexta generación junto a su hermano. La tienda de dulces se traspaso a María Mestre dueña del Forn de Cristo pero ha querido mantener su esencia.

 

Dónde los niños alucinarán más es en la parte dulce. El interior de la tienda esta repleta de vitrinas con todo tipo de chocolates, caramelos, trufas o frutas escarchadas. Muchos de los chocolates que venden son auténticas delicias traídas de Francia o Bélgica.

 

Un artesano de la península es el encargado de proporcionar los turrones sólo en Navidad. Son piezas grandes de sabores muy conocidos y cada año traen alguna novedad pese a los que más compra el palmesano son los de yema de huevo o el de nata-nueces. Se vende por piezas y peso, se corta al momento y se sirve hasta agotar existencias. Además durante las fiestas hay hasta 100 tipos de bombones diferentes.

 

La charcutería también ofrece productos de máxima calidad así como diferentes piezas de embutidos rellenas que son muy tradicionales por las fiestas de navidad pero que tienen salida todo el año. También vinos locales, quesos, los típicos ahumados,…

 

Dos locales en uno con historia y mucha tradición que también conocen perfectamente los gustos y preferencias de sus clientes habituales.

 

Fornet de la Soca (Antic Forn des Teatre)

La historia del Fornet de la Soca es diferente al resto, mucho más reciente, pero también esta basada en tradiciones muy arraigadas en Mallorca.

 

El establecimiento original estaba en la Calle San Jaume de Palma y se abrió en 2008 de la mano de Tomeu y María José. Lo curioso es que ninguno de los dos tenía experiencia como reposteros pero al quedarse sin trabajo a raíz de la crisis de aquellos años, decidieron inicia un nuevo camino basado en una de sus aficiones más queridas: coleccionar recetas recogidas de cuadernillos encontrados en conventos o casa señoriales.

 

Este punto de partida tan original les permitió recuperar recetas de dulces y salados ya desaparecidos, y de esta forma ir creciendo e incluso realizar varios libros, talleres de gastronomía y divulgar gran parte de los conocimientos adquiridos.

 

Como ellos mismos dicen es un proyecto de recuperación de la memoria gustativa de la isla y es también una alabanza amorosa a la cultura mallorquina en todas sus vertientes«.

 

Cabe decir que muchas de las recetas encontradas no tenían cifras exactas de sus ingredientes y tuvieron que hacer muchas pruebas de ensayo y error hasta encontrar el punto perfecto.

 

Han podido recuperar por ejemplo hasta 16 tipos de empanadas mallorquinas diferentes o un tipo de ensaïmada de patata entorcillada que podemos comprar en su nuevo establecimiento, ubicado en lo que era el antiguo Forn des Teatre. Un lugar que gracias a ellos hemos podido recuperar los mallorquines.

 

Todo el producto es de primera calidad, fresco y ecológico. Destacan los pasteles, las cocas, una gran variedad de especialidades dulces y saldas, y como no, el pan. No es un establecimiento económico pero sí un lugar que ofrece tradición por los cuatro costados. Elaboraciones de máxima calidad pero sobre todo muy buenas, que una vez que has probado te das cuenta que el precio es lo de menos.

 

En 2020 abrieron un nuevo horno en otro edificio emblemático: «Can Corbella» (pegado a la Plaza de Cort). Otro gran ejemplo del modernismo mallorquín con un marcado estilos neomudéjar.

 

Forn des Teatre

Este antiguo horno fue creado en el siglo XIX, pero su fachada tan característica fue reformada en 1916 siguiendo la corriente modernista de la época. La zona tiene otros grandes ejemplos del modernismo como el Gran Hotel que se puede ver justo delante. El horno estaba especializado en ensaïmadas, lisas o rellenas. Todo el conjunto exterior destaca por combinar líneas onduladas con motivos vegetales y florales. Sobresale del resto el dragón alado central.

 

Forn de la Gloria

Para acabar esta maravillosa ruta de comercios emblemáticos de Palma os queremos hablar del Forn de la Gloria, una de las panaderías más antiguas de Palma.

 

Actualmente está en manos de Sebastià y Xisca Camps, segunda generación que esta al frente del establecimiento. Su padre era trabajador del horno y compró el negocio a principos de los 70.

 

Parece ser que ya se tiene conocimiento de este lugar como comercio desde 1717, pero Xisca nos cuenta que ya se habla de él en el «Llibre de Repartiment» de Jaume I que data del siglo XIII. Antiguamente los hornos eran lugares comunes donde los vecinos se turnaban para utilizarlos y según el libro había unos 52 datados, entre ellos éste.

 

Eran hornos de leña y se usaban para coción. El Forn de la Gloria todavía realiza el pan en uno de ellos. El suyo tiene unos 4 metros de diámetro.

 

El edificio donde se ubica ahora fue construido en 1870 por un empresario de Sóller aunque fue reformado en 1903. El anterior horno estaba justo delante del actual.

 

Algo que caracteriza a estos hermanos es que siguen el calendario popular a la hora de vender sus productos. Además podemos encontrar tanto el pan elaborado de forma tradicional como la repostería mallorquina, especialmente las ensaïmadas. Otro producto estrella son los tradicionales «llonguets» que tuvimos ocasión de probar. El llonguet es una especie de panecillo que sólo se hacia en Palma. De ahí viene, que en los pueblos, todavía hoy en día, a los palmesanos nos llamen llonguets.

 

Para esta familia el horno es su casa y no tienen intención alguna de venderlo pese a las dificultades que han ido superando con los años. El trato familiar con el cliente es primordial y es la forma de entender su negocio heredada de sus padres.

Comercios emblemáticos de Palma en familia