jueves. 28.03.2024

La crisis ha llegado: Imaginarium y Dentix, a concurso

Los últimos acontecimientos entorno a empresas conocidas como son Imaginarium y Dentix me invitan a seguir a analizando el impacto de la pandemia sobre el tejido empresarial español. Anteriormente, ya comenté el caso de Pullmantur. Si lo desean pueden encontrar el artículo en el siguiente enlace: El efecto Pullmantur.

 

Hoy nos vamos a ocupar de dos concursos en ciernes (ninguno de ellos ha sido aún formalmente declarado) de dos empresas muy conocidas: Imaginarium y Dentix.

 

“Dentix”. Su concurso afecta al bolsillo de muchas personas, por lo que comenzaremos por aquí.

 

Una reflexión previa. Es curioso el fenómeno que se está dando en torno a las clínicas dentales: Hemos sustituido el dentista de toda la vida (al que maldecíamos puntualmente y apreciábamos casi siempre) por grandes cadenas. Y es que, sea cuál sea el oficio, nada escapa a la globalización.

 

Muchas de esas grandes cadenas dentales -incluso con distintos modelos de negocio- crecen rápidamente para luego caer con estrépito. Recientes están aún los casos de “iDental” o “Funnydent”. Parece que también será el de “Dentix”.

 

Y hemos usado deliberadamente la expresión “caer con estrépito” porque en estos casos se observa con crudeza el problema de las llamadas “economías de escala”: Cuanto mayor es el negocio, más robusto parece, lo que atrae a más gente. Y, a partir de aquí, el resultado: Cuando ese negocio “a gran escala” cae, deja también afectados “a gran escala”, desde trabajadores a consumidores.

 

Las cifras. Unas pocas son suficientes para ilustrar lo anterior:

 

La sociedad “Dentoestetic Centro de Salud y Estética Dental SLU“ (es el nombre de la sociedad que está detrás de “Dentix”) mantenía una deuda cercana a los 250 millones de euros con Cetelem, BBVA y KKR. La mayor parte (unos 160 millones de euros) corresponden al fondo KKR.

 

Dentix llevaba un tiempo negociando con varios interesados -trascendieron los nombres de Advent y Sherpa- para que se hicieran cargo de la compañía, sin llegar a ningún acuerdo y, además, las cosas con KKR se torcieron.

 

Según la propia Dentix, no utilizaban el sistema de franquicias, sino el de clínicas propias. Traducido: unas 350 clínicas en la práctica totalidad del territorio nacional ven su cierre más que probable. Esto supone más de 3.000 puestos de trabajo en peligro.

 

La situación de los afectados. Es muy pronto para concretar, pero -a partir de lo que ha trascendido y de nuestra experiencia profesional- pensamos que se puede adelantar lo siguiente:

1.- Quienes han pagado por adelantado directamente a “Dentix” lo tienen complicado. Estas personas tienen la consideración de “acreedores ordinarios”. Según la normativa concursal, no tienen ningún privilegio y lo normal es que, si la empresa va a liquidación, esos créditos ordinarios no se cobren.

 

En consecuencia, su esperanza podría estar (i) en que fructifique alguna negociación con los posibles interesados en adquirir (todo o parte de) la compañía o, más remotamente, (ii) en que las acciones que “Dentix” indica mantener contra KKR obtengan pronunciamiento judicial favorable.

 

2.- Quienes han acudido a una financiación directamente vinculada al tratamiento. En estos casos resulta muy probable que se puedan desligar de dicha financiación. Dicho de otro modo: el tratamiento está en peligro, pero al menos no tendrán que seguir pagando la financiación.

 

“Imaginarium”. Abordamos ahora la situación de la juguetera de Zaragoza.

La sociedad en cuestión es “Imaginarium, SA” y tiene su sede principal en Zaragoza, por lo que el conocimiento del asunto ha correspondido al Juzgado de lo Mercantil número 2 de dicha Ciudad (Autos 256/2020).

 

La empresa ha anunciado que, con el propósito de salvaguardar su continuidad, al amparo del art. 583 del Texto Refundido de la Ley Concursal ha comunicado al Juzgado el inicio de negociaciones con sus acreedores en orden a la obtención de alcanzar un acuerdo de refinanciación, o un acuerdo extrajudicial de pagos o para obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio”.

 

Esta comunicación es la que hasta ahora llamábamos “preconcurso” o, comúnmente, “el 5.bis”. Ahora, con la entrada en vigor del nuevo Texto Refundido de Ley Concursal (RDL 1/2020), pasa a estar regulada en el art. 583. El camino que siguen los usos y costumbres es impredecible y no creo que vayamos a cambiarle el nombre por ahora, pero les apunto un dato: El mero hecho de enviar un precepto legal 580 artículos más allá (del art. 5 en la vieja Ley Concursal al art. 583 en la nueva) ya les dará una idea de la tremenda reforma sufrida por la Ley concursal. Sólo recuerden que la antigua tenía 242 artículos y esta tiene 752.

 

Lo que no ha cambiado es el plazo: a efectos prácticos, hay 4 meses desde la comunicación para presentar concurso. Dicha comunicación tuvo lugar a a principios de septiembre, por lo que a finales de diciembre o principios de enero (emblemáticas fechas) sabremos cuál es el futuro -procesal al menos- de Imaginarium.

 

Aunque desde Imaginarium se apunta con algún optimismo en torno al notable valor de la marca y a las posibilidades que ofrece el comercio electrónico, nos parece que la situación es, al menos complicada: Hace poco tiempo tuvo que despedir a 105 trabajadores y, según dicen, no se les ha pagado ni indemnizaciones, ni finiquitos, ni nóminas...

 

Personalmente les deseo toda la suerte. Seguro que la mayoría de nosotros ha entrado en alguna tienda Imaginarium a través de sus carismáticos arcos. Yo también.

 

Mis hijos ya han crecido, pero me gustaría volver a hacerlo con mis nietos.

La crisis ha llegado: Imaginarium y Dentix, a concurso