viernes. 29.03.2024

¡Conquistemos nuestro power financiero!

La educación financiera debe ser un arma de empoderamiento de la mujer que ve como asume un papel más activo dentro de la economía doméstica.

 

Y no lo digo yo, lo dice el investigador de la Universidad del Pacífico Matthew Bird. En 2018 resultó ser uno de los ganadores del BBVA Edufin Grants. A raíz de su trabajo de investigación sobre finanzas y género titulado  "Educación financiera, comunicación de pareja y normas de género: Explicando los efectos mixtos del empoderamiento de las mujeres en la negociación dentro del hogar", surgió la idea de crear una app para que las madres tuvieran el control sobre las finanzas de la familia.

 

Este estudio abre la puerta a la posibilidad de que la educación financiera transforme los hogares menos igualitarios (se realizó en Colombia) hacia un modelo basado en el empoderamiento económico y psicológico de la mujer.

 

Es indudable que en países “socialmente más desarrollados” como el nuestro, aún queda mucho por hacer en temas de igualdad, siendo la brecha salarial uno de los que generan más conflicto. Se está trabajando en ello y esperemos ver pronto resultados positivos.

 

En países en los que el papel de la mujer queda relegado al cuidado del hogar, la educación financiera se convierte en un arma poderosa para que éstas ganen terreno en la administración de su economía doméstica y adquieran seguridad en sí mismas.

 

Si hay algo que nos une a unas y otras y en lo que fallamos estrepitosamente es en crear riqueza para nosotras mismas. Somos excelentes administradoras, pero cuando se trata de gastar en nosotras… flaqueamos.

 

Afortunadamente esto está cambiando porque la mujer tiene un papel muy activo en el ámbito laboral y eso nos permite tener nuestro propio dinero para destinarlo a aquello que queramos. Sin embargo, aún nos sentimos “culpables” cuando invertimos en nosotras, algo que podría evitarse con una educación financiera adecuada.

 

Las mujeres tenemos una serie de características que nos vienen heredadas de nuestros antepasados:

 

  • La oxitocina (hormona del amor) hace que nos centremos en el bienestar de nuestra manada antes que en el nuestro.

 

  • Nuestra atención se dispersa permanentemente. En la época de las cavernas, debíamos ocuparnos de ancianos y niños además de recolectar. Pese al transcurrir del tiempo… ¿No os suena la cantinela? Hemos cambiado la recolección por un trabajo remunerado, pero aún seguimos cuidando de nuestros mayores e hijos. En cambio los hombres se centraban en la caza, por lo que su atención estaba mucho más focalizada. Como veis, seguimos bajo el influjo de nuestro cerebro primitivo.

 

  • Los ciclos de la vida también nos condicionan. A pesar de que afortunadamente cada vez son más los hombres que se involucran en el cuidado de los niños/as, lo cierto es que las mujeres empleamos mucho tiempo en ayudar a crecer a otra persona (nuestro hijos/as). Tenemos menos tiempo para nosotras.

 

Resumiendo: no venimos preparadas “de serie” para dedicarnos nuestro dinero a nosotras por el simple hecho de que nos lo merecemos. Debemos hacer un esfuerzo “extra” para eliminar esa absurda culpabilidad y conquistar nuestro power financiero.

 

Tomar el control de nuestras finanzas nos permitirá adquirir no sólo nuestra autonomía financiera, sino también eliminar malos hábitos e inculcar el ahorro para conseguir aquello que queramos.

 

Además el empoderamiento financiero es sano para nosotras y para nuestras relaciones familiares y de pareja, ya que eliminar el estrés económico mejora la comunicación y rebaja tensiones.

 

¿Se puede pedir más?

¡Conquistemos nuestro power financiero!