viernes. 29.03.2024

Bad Habits

La definición de la palabra hábito en la RAE es la siguiente: “Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”.

 

En definitiva, un hábito no es más que el resultado de una acción que repites frecuentemente de forma inconsciente.

 

Los hábitos son algo habitual en nuestro día a día. Por ejemplo, atarse los cordones de las zapatillas es uno de ellos. Algo que hacemos sin detenernos a pensar.

 

Siguiendo con el ejemplo anterior, atarse el cordón de unas zapatillas no es algo que nos perjudique, más bien todo lo contrario: nos impide tropezar y caer. Pero… ¿Qué ocurre cuando adquirimos un hábito que nos perjudica?

 

El famoso cantante Ed Sheeran está arrasando con su último single titulado precisamente “Bad habits” donde, entre otras cosas, dice algo así como: “Mis malos hábitos te llevan (…) Y sé que perderé el control de las cosas que digo”.

 

Y es que así como existen hábitos saludables, también los hay que nos perjudican y éstos son los que debemos evitar a toda costa. Porque… ¿Quién quiere sentirse mal?

 

Oímos hablar constantemente de adquirir buenos hábitos con respecto a nuestra salud, pero no debemos olvidar que los malos hábitos financieros terminan minándola.

 

Muchas veces vamos por la vida “como pollos sin cabeza”: tenemos prisa por hacer las cosas, por llegar a algún sitio que no tenemos claro cuál es, y no nos detenemos a pensar antes de actuar.

 

Respecto a nuestras finanzas, nos preocupamos cuando no llegamos a final de mes, cuando nuestras facturas se acumulan y no tenemos ni idea de cómo pagarlas. Pero si ese momento no llega, vamos viviendo el “día a día”. Y eso no es ni de lejos tener una buena salud financiera.

 

¿Cuáles son esos malos hábitos financieros que debemos abandonar?

  1. No ahorrar. Como ya he comentado, respecto al dinero tendemos a vivir el presente y no pensar en qué puede pasar en un futuro que vemos lejano. ¡ERROR! Precisamente deberíamos ser capaces de ahorrar para evitarnos “sustos”.
  2. No tener un presupuesto. Aprender a diseñar tu presupuesto es muy fácil: anota tus ingresos y los gastos que sí o sí necesitas pagar cada mes (suministros, hipoteca o alquiler, préstamos, colegios, medicinas, etc). Súmalos y esa cifra será la que debes descontar automáticamente. Sobre el resto, una parte puedes destinarla al ahorro. No importa que sean grandes cantidades.
  3. Abusar de los “gastos hormiga. Los cafés mañaneros, el euromillón semanal, el paquete de tabaco, el menú diario… Identifícalos y mira si hay alguno o algunos que puedas evitar (seguro que sí). No nos damos cuenta, pero gastamos mucho dinero al año en esos pequeños gastos.
  4. No mirar el estado de tu cuenta. Somos expertos y expertas en la práctica del “efecto avestruz”. Pensamos que si no sabemos cómo está nuestra cuenta, pues casi mejor… Ya nos llamarán del banco si ocurre algo. ¡Esa no es la actitud! Saber el dinero que tenemos en cuenta, qué créditos o préstamos pagamos y su importe, los seguros, etc, nos ayudará a controlar mejor nuestro money.
  5. Compararte con otras personas. Cuántas veces nos dejamos llevar… Y si no, piénsalo. Seguro que en más de una ocasión te has dejado arrastrar a una comida o cena por algún amigo/a que tiene más dinero que tú. Por no quedar mal, acabas pagando más de lo que tenías previsto y lo que para la otra persona es insignificante, para ti es un mundo.

 

¿Cómo podemos corregir o al menos intentar evitar esos malos hábitos?

  1. Ponte una meta. Esa meta debe ser súper atractiva, algo que te apetezca un montón. Sólo así conseguirás ahorrar.
  2. Elimina o minimiza esos “gastos hormiga”.
  3. Hazte una hucha para imprevistos. Así evitarás sustos como cuando se te estropea el coche.
  4. Revisa tu cuenta periódicamente. Hay muchas apps que te permiten ver cómo van tus cuentas y así tomar las medidas que consideres oportunas cuando toca y no tarde.
  5. Márcate un porcentaje de gasto mensual y procura no salirte de él.
  6. Evita compararte con otros/as.Cada persona es un mundo”. Pues eso, aplícate el cuento y vive según tus posibilidades. Hay muchas cosas que puedes hacer para disfrutar sin gastar demasiado.

 

Y ya sabes, igual que vas al médico cuando te encuentras mal, si crees que eres presa de malos hábitos financieros, acude a alguien que sepa del tema para que te ayude a corregirlos. Vida sólo hay una, y vale la pena disfrutarla.

Bad Habits