jueves. 25.04.2024

Las empresas baleares, líderes en no registrar innovación

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Las empresas baleares son, probablemente, líderes en no registrar innovación. Es difícil sostener esta afirmación porque lleva implícito una acción que no se registra, y lo que no se comunica no existe. 

 

Sin embargo, Baleares es uno de los territorios que más rápido ha creado empleo, que más velozmente sale de la crisis, y que más ha crecido en los últimos 50 años en España, y eso no es posible sin innovación. Donde hay humo, hay fuego, y en Balears hay una buena humareda. Sin embargo, las estadísticas oficiales, como el informe difundido por el Innobarómetro de la Unión Europea, señalan que nuestras empresas e instituciones se encuentran entre las menos innovadoras de Europa.

 

 

¿Es posible crecer, es posible año tras año batir récords de visitantes turísticos, elevando precios, sin innovar?. Quizá la Unión Europea deba innovar y replantearse su innobarómetro, introduciendo mejoras que detecten cuál es el secreto de la economía balear. Y este no es, ni más ni menos, que en una economía de servicios muchos procesos innovadores no son registrados como tales porque no son tan tangibles como en una cadena industrial.

 

 

Balears es innovadora, y el autónomo, el empresario, la empresaria, lector o lectora de este diario, debería sentirse muy orgulloso, a pesar de las conclusiones de la UE, y no ya en el siglo XXI, sino incluso a mediados del siglo pasado. Y es que sin ir más lejos, recuerdo como expertos como el ex presidente de la CAEB, Josep Oliver, y el fundador del Colegio de Economistas de Balears, Luis Moyá Bareche, me explicaron en sendas ocasiones que una innovación que cambió el turismo en Balears fue el buffet, un servicio de comida que no se ofrecía prácticamente en ningún lugar del mundo vinculado a un servicio turístico, sino que era propio de residencias estudiantiles, cuarteles militares, cantinas de fábricas y prisiones. 

 

Ambos venían a decir que gracias al olfato de nuestros empresarios (esto lo eludían pues son dos personas humildes que no alardean del importante legado dejado por su generación) se intuyó que, mejorado significativamente, el buffet podría combinar perfectamente con los hoteles y restaurants, y reducir costes de servicio, de provisión de alimentos e incluso disponer de más tiempo para que el turista pudiera realizar excursiones, con lo que las agencias y muchos comercios se beneficiaron indirectamente.

 

Pues, algo tan innovador y con unos efectos multiplicadores que hoy en día todavía tienen resultados, nunca quedó registrado como innovación. Como este ejemplo, hay miles de procesos que la industria turística no registra. Quizá también sea verdad que cuando los mallorquines descubrimos una bella cala, si queda alguna por descubrir, procuramos no señalarla en el mapa... Quizá. Pero que no aparezca no le da derecho a nadie a decir que no tenemos playas recónditas y desconocidas, ni una innovación que se transmite más verbalmente que en los manuales de las escuelas de negocio o por los pasillos de Bruselas.

Las empresas baleares, líderes en no registrar innovación