Sentado delante de mi ordenador me proponía escribiros acerca del miedo a hablar en público que algunas personas sienten en menor o mayor grado, también llamado pánico escénico.
Entonces me vino a la cabeza una película que me conmovió especialmente: 'El discurso del Rey' basada en la historia real de Jorge VI. El duque de York era un niño que padeció tartamudez desde la infancia, pero tuvo que enfrentarse a su peor temor cuando su hermano abdicó y se convirtió en rey de la noche a la mañana.
Dicen que la timidez y el miedo derrotan a las personas más que otra cosa en el mundo. Pero, durante años, en mis cursos como instructor de oratoria en Dale Carnegie he visto cómo es posible superar los miedos y ganar autoconfianza.
Creedme. Lo he visto con mis propios ojos y lo he experimentado, puesto que yo también tenía miedo de hablar en público.
Así que, si eres de los que siente aversión al hacer presentaciones o exposiciones en tu equipo de trabajo, te sugiero que trates de comprender las circunstancias relacionadas con tu temor a hablar en público.
Reflexiona lo siguiente:
- No eres el único que siente miedo a hablar en público. Un 75% de la población sufre algún tipo de ansiedad al enfrentarse a un grupo de oyentes.
- Sentir un poco de miedo o vértigo antes de una presentación resulta útil. Si tu pulso y respiración se acelera, no te alarmes. Tu cuerpo se está preparando para entrar en acción y te permitirá pensar más rápidamente, hablar con soltura y expresarte mejor que en circunstancias normales. Es como el nerviosismo en el vestuario antes de un partido, y que si te lo has preparado bien, se desvanece cuando sales al campo y empiezas a jugar.
- Nunca se pierde por completo el temor. Los grandes oradores y comunicadores que hablan en público habitualmente, también lo sienten. Nos pasa a todos, a mi el primero, antes de cualquier presentación o conferencia.
- La causa principal de nuestros miedos al hablar en público es que, seguramente, no estamos acostumbrados a hacerlo y no desarrollamos esta habilidad.
Prepara de forma concienzuda tu presentación y practica, practica y practica. No trates de memorizarlo. Intégralo, te sentirás más cómodo y tu discurso fluirá.