viernes. 19.04.2024

Derecho a rentabilizar el turismo

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En estos próximoa años nos jugamos buena parte de nuestro futuro a la hora de decidir como queremos que sea Mallorca. Para ello tenemos que definir claramente un modelo turístico que debe estar basado en la sostenibilidad pero también en la igualdad y en el derecho que todos tenemos de sacar un rendimiento a los usos turísticos preservando nuestro entorno natural, urbanístico y social.


Digo esto por que ahora que le damos vueltas a la nueva ley turística y a como ha tratado el sector del alquiler vacacional deberíamos tener en cuenta una serie factores para ponerlo en valor frente a la tradicional oferta hotelera.


La nueva ley turística pretendía acabar con la oferta ilegal en el alquiler vacacional y poner coto a los grandes explotadores de residencias que han creado un importante negocio alrededor de este nuevo fenómeno.


Nada más lejos. Los principales perjudicados por la nueva normativa son todas aquellas personas que tenían una propiedad y que, con el alquiler vacacional habían encontrado una fuente de ingresos para mantenerla y no perderla. Ahora muchos de ellos quedan sin una solución de futuro.


Pasemos, por otro lado, a considerar el perfil de turista vacacional tipo. Veamos. La mayoría son familias o personas mayores de 40 años, con un poder adquisitivo medio alto y que buscan algo más que el sol y playa: cultura, patrimonio, gastronomía, etc…

 

Estos son los visitantes que estamos buscando. Bienvenidos sean todo el año por que gastan en restaurantes, tiendas y comercios desde el primer momento que aterrizan aquí.


Abordemos también el concepto famoso de la saturación. Siempre he abogado por evitar la saturación pero también es cierto que esta se produce de forma concentrada en un periodo de tiempo corto en verano. Tal vez deberíamos favorecer el turismo que viene todo el año y que busca más que sol, playa y costa. El vacacional, como he dicho antes responde a este perfil. No lo castiguemos pues. Pongámosle facilidades.


Ahora que se debe decidir que techo de plazas turísticas tenemos y como repartirlas entre hoteleros y uso vacacional, deberíamos tener muy en cuenta la alta rentabilidad para la Isla de los turistas vacacionales y sobre todo el efecto redistribuidor de la riqueza que tienen.


Hasta hace muy poco los municipios del interior de Mallorca no tenían acceso prácticamente a los beneficios del turismo. Los agroturismos representan una oferta ínfima pero el fenómeno vacacional y la búsqueda de experiencias de autenticidad está dando a muchos pueblos una oportunidad nunca imaginada de acoger turistas. No les cortemos las alas.


Pido gobernantes valientes que piensen en cambios legislativos que beneficien a todos y no a unos pocos. Pido leyes que no den prioridad a los grandes intereses económicos para que sigan ejerciendo su dominio sobre los pequeños. Y esto no se limita solo al turismo, sino también al comercio o a la restauración.

Derecho a rentabilizar el turismo