Según ha explicado el ayuntamiento del municipio en una nota de prensa, el local de ocio ha sido sancionado por una infracción grave de la Ley de Actividades y se enfrenta a una multa de entre 3.000 y 30.000 euros, así como al posible cierre de la actividad por un periodo de hasta dos años.
Debido a la gravedad de los hechos, tanto la Policía como la Guardia Civil articularán nuevos dispositivos para vigilar a los establecimientos sospechosos de vender alcohol a menores.
El consistorio ha recordado que el verano pasado una madre de Palmanova denunció ante la Policía Local de Calvià que el local que ha sido sancionado vendió bebidas alcohólicas a su hijo y a sus amigos, todos ellos menores de 15 años.
Concretamente, la vecina aseguró que el local ofrecía un vaso de plástico rellenable de la cantidad de alcohol que quisiera el cliente por un precio de cinco euros.
En agosto de 2018, este mismo establecimiento ya fue sancionado por incumplimiento de la Ordenanza de Convivencia, que tipifica tal conducta como infracción muy grave, sancionable con una multa económica de 1.500 a 3.000 euros.
A raíz de este suceso, el consistorio acordó pasar de sancionar estos casos por medio de la ordenanza de Convivencia a sancionarlos por la Ley de Actividades, que permite el cierre del establecimiento, según recoge el artículo 103.2.
El ayuntamiento ha destacado que la Ley 6/2019, modificación de la Ley 7/2013, de Régimen Jurídico de Instalación, Acceso y Ejercicio de Actividades en las Islas Baleares, entró en vigor el miércoles de la semana pasada, dos días antes de los hechos.
También ha recalcado que esta modificación supone sanciones más elevadas por faltas graves y una sanción accesoria que puede suponer el cierre durante 2 años.
El consistorio ha asegurado que su objetivo es combatir la venta de alcohol a menores para protegerlos y "acabar con este problema de salud pública", ya que según los datos de la Conselleria de Salud, el 31,7% de los menores que consumen alcohol lo hacen en bares y pubs y el 25,9% en discotecas.
Por este motivo, los institutos del municipio y los policías tutor participan activamente en la campaña "Aquí no vendemos alcohol a menores", una iniciativa que cuenta con carteles para concienciar a la población sobre este problema.
