La Asociación Mallorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes, Restauración CAEB, tras las imágenes de botellones que se repiten a diario en diferentes "zonas calientes" de la geografía mallorquina, ha remitido un escrito a las autoridades de Balears exigiendo "actuaciones inmediatas, en consecuencia de los acontecimientos surgidos en estos últimos días por la anulación del toque de queda y la derivación al descontrol absoluto que han protagonizado los botellones incontrolados realizados en zonas concretas como Playa de Palma, Magaluf e Ibiza".
Así, aseguran que mientras los locales de restauración tienen restringidos a día de hoy los aforos, horarios y distancias, "sin razonamiento ni fundamento sanitario alguno, puesto que el Tribunal Superior de Justicia erradicó cualquier limitación en cuanto a reunión social y el toque de queda, se pueden realizar reuniones en viviendas sin límite de personas, a cualquier hora del día, mientras que un restaurante no puede servir a sus comensales libremente".
Dichos aspecto, supone para Restauración CAEB un claro perjuicio para el sector, además de ofrecer una imagen "lamentable" de turismo de borrachera, "que no hace más que dar motivos a los emisores turísticos extranjeros en mantener su no recomendación de visita a nuestra Comunidad Autónoma".
Por todo ello, solicitan a la administración decretar una “Ley seca” en la que se prohíba a los supermercados situados en las zonas "calientes" la venta de alcohol, "no nos referimos a grandes cadenas de supermercado , nos referimos a los supermercados “low cost” que directamente desarrollan la actividad de licorerías y a los vendedores ambulantes que se transforman en bares móviles", aseguran.
De este modo, se solicita también se reconsidere cuanto antes la apertura de los locales de ocio nocturno, ya que "se podrá controlar mejor la afluencia de la gente en las calles".
Además, el sector reclama más vigilancia policial y propone "establecer 'atalayas' en las primeras líneas, con la posición de agentes de policía a cada 500 metros (escenificar patrulla, luces, etc..) con el fin de evitar concentraciones masivas de gente, y los indeseados botellones".
"Se ha trabajo mucho en estas zonas para evitar este turismo que nadie quiere; aun con la Ley de Excesos seguimos sin controlar ni reprimir el fenómeno del botellón", y este problema, afirman desde Restauración CAEB, no es solo sanitario, "también nos jugamos nuestra imagen en los mercados emisores nuestra imagen de sostenibilidad, nuestro código verde, ya que la suciedad que se deja después de estos botellones y que han sido publicadas, obviamente, dejan mucho que desear a tener un turismo sostenible".
Así, "solicitamos que la Administración local y autonómica tenga el valor de poner en marcha las medidas sugeridas y demostrar que el sacrificio realizado por nuestro sector ha valido la pena, además de que pueda mediar a favor de los microempresarios y las pequeñas y medianas empresas del sector de restauración aplicando, de forma inmediata, las medidas sugeridas con el fin de erradicar el turismo de borrachera", finalizan.
