viernes. 19.04.2024

Mallorca vivirá una de las navidades económicas más atípicas con una actividad turística paralizada y con una planta hotelera con más candados que nunca puestos en las puertas. Se trata de una auténtica debacle pero en medio de esta marea provocada por el Coronavirus, y aunque parezca increible, aún hay establecimientos hoteleros que mantienen su actividad y luchan por seguir adelante y eso a pesar de todas las dificultades.

 

Se trata en la mayoría de casos de hoteles de interior ubicados en pueblos que estan abiertos todo el año y que viven del turistas que va más allá del solo y playa en la isla. Uno de ellos es el hotel Son Sant Jordi ubicado en el casco antiguo de Pollença y regentado por la familia Salas desde que se abrió hace dos décadas.

 

Por poner un ejemplo este pasado puente este hotel registró un lleno casi total. Según explica Aina Salas, de la propiedad, la mayor parte de clientes son mallorquines que estan redescubriendo la isla y buscan los pocos hoteles que nos mantenemos abiertos. Esto es lo que ha sucedido en este puente a pesar de que también hay algunos extranjeros que siguen viajando a pesar de la Covid y de las dificultades de conexiones".

 

Son Sant Jordi es un hotel insertado en la antigua casa familiar que fue reformada con este objetivo. Esta cercanía y familiaridad son valores claves que aprecian mucho los clientes junto con la calidez del trato y un efidicio con carácter, además de la tranquilidad.

 

Salas explica que tenemos clientes atraidos por diferentes circunstancias como visitar el pueblo, cambiar de ámbito, hacer alguna excursión por la zona".. El hotel sigue adelante por el trabajo de la familia y por las reservas de fin de semana.

 

Eso si, confiesan que no lo estan pasando nada bién como nadie del sector turístico. Aina Salas comenta "como hace unas semanas con el incremento del Coronavirus en el municipio y como se explicó por los medios, se produjo una anulación masiva de reservas en un par de días hasta el punto que nos quedamos vacíos y eso sin que aquí se tomaran medidas severas como en otros sitios".

 

Los hoteles de turismo de interior luchan por sobrevivir