martes. 16.04.2024

 

Las instituciones públicas de Baleares y el sector privado han acordado trabajar en un plan estratégico conjunto para desarrollar el turismo de cruceros de una forma sostenible y en beneficio de la economía de las islas. Así se ha decidido en una reunión que ha tenido lugar, el pasado jueves, en la Cámara de Comercio de Mallorca, impulsada por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).

 

A esta reunión han asistido unas 50 personas de diferentes sectores relacionados con el turismo de las islas, incluidos representantes institucionales como el vicepresidente y conseller de Turismo del Govern de les Illes Balears, Gabriel Barceló; el presidente del Consell Insular de Eivissa, Vicente Torres; la regidora de Turismo del Ayuntamiento de Palma, Joana Adrover; el primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Maó, Vicenç Tur, o el regidor de Turismo de Alcúdia, Joan Vallori.

 

Las empresas privadas estaban representadas por navieras como Pullmantur, Aida, Carnival o MSC, turoperadores de viajes como TUI, asociaciones hoteleras de la Playa de Palma y de Alcúdia, la Asociación Provincial de Empresarios de Actividades Marítimas Baleares (APEAM), la Asociación de Restauración de Mallorca, asociaciones de taxistas y la Cámara de Comercio de Mallorca, entre otras entidades.

 

Todos ellos han podido analizar conjuntamente durante casi cinco horas el impacto social y económico de los cruceros y han coincidido en su importancia para el tejido social de Baleares. Por ello, han abogado por organizarse en grupos de trabajo para seguir colaborando y establecer una estrategia conjunta con un objetivo principal: fortalecer el producto turístico que representa el turismo de cruceros de una forma sostenible.

 

Apoyo conjunto

El presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, ha destacado el hecho de que los cruceros son un producto complementario de la oferta turística de Baleares que beneficia al conjunto de la economía de las islas. En la misma línea se ha manifestado el vicepresidente del Govern de les Illes Balears y conseller de Turismo, Gabriel Barceló, quien ha apoyado al sector destacando la necesidad de que sea un producto turístico sostenible, "desde dos puntos de vista", el medioambiental y por la necesidad que hay de regular el flujo de pasajeros de forma conjunta .

 

Por su parte, el secretario general de CLIA Europa, Raphael von Heereman, que agrupa 50 empresas de cruceros, ha destacado el nivel de satisfacción de los turistas que visitan las islas que se convierten en prescriptores del destino y ha señalado la importancia de una reunión como la celebrada para ofrecer un futuro sostenible para los cruceros y el turismo en Baleares.

 

El presidente de CLIA España, Alfredo Serrano, ha señalado también que "regiones como Baleares son fundamentales para el desarrollo de la industria de cruceros con puertos como el de Palma, uno de los más importantes de Europa, y otros puertos del archipiélago que han crecido mucho en los últimos años y que tienen un gran potencial de crecimiento". Desde CLIA se han ofrecido para seguir colaborando con autoridades, puertos, agencias de viaje y compañías navieras "con el objetivo de impulsar el desarrollo sostenible de Baleares y de seguir potenciando la industria cruceros para asegurar que el sector siga aportando beneficios a la economía de todo el territorio".

 

Algunas cifras

Los puertos de Baleares que gestiona la APB son los terceros del Mediterráneo en número de pasajeros de cruceros -con casi dos millones- y son los segundos en números de escalas registradas en 2015, con casi 790, sólo por detrás del puerto italiano de Civitavecchia.

 

En cuanto a la repercusión económica y social, según un estudio elaborado por la UIB y la CAEB en 2011, el impacto de los cruceros sobre la economía de Baleares es de 290 millones de euros en facturación, 146 millones de aportación al PIB y 3.000 empleos. Aún así, el turismo de cruceros sólo representa el 3% del turismo que llega anualmente a las islas.

 

El puerto de Palma se está posicionando como puerto base del Mediterráneo; Alcúdia, para los cruceros más pequeños y exclusivos. También Maó como puerto boutique del Mediterráneo, aunque capaz de acoger buques de más de 200 metros. Y el puerto de Eivissa será el que más crezca esta temporada y que tenga las estancias más largas puesto que los cruceristas hacen noche en la isla.

¿Es sostenible el turismo de cruceros en Baleares?