martes. 16.04.2024

Desde aproximadamente el día 10 de mayo, el turismo de borrachera se ha apoderado de la Playa de Palma. Así lo han denunciado Juan Miguel Ferrer y Pedro Marín, CEO y gerente de Palma Beach respectivamente, en el transcurso de un almuerzo informativo en el que también han hecho balance del arranque de la temporada turística 2022.

 

“Desde hace unos 35 días la Playa de Palma se ha convertido en lo que antes era por culta de la fiesta en la calle. Necesitamos apoyo de las autoridades porque ni los empresarios ni los vecinos lo podemos parar”, ha lamentado Ferrer.

 

Si bien ha reconocido que la Policía está haciendo un sobreesfuerzo, “la situación en la vía pública es ahora peor que en 2017, 2018 y 2019; y ya damos por perdida la temporada en cuanto al control del incivismo”, ha afirmado el CEO de Palma Beach.

 

Los representantes de Palma Beach, el sello de calidad de negocios de la Playa de Palma, han destacado que los meses de abril y mayo fueron extremadamente positivos, con una excelente ocupación y un tipo de visitante de mayor poder adquisitivo y dispuesto a disfrutar del destino y de su oferta gastronómica, sus atractivos naturales, la proximidad de Palma, etc.

 

Sin embargo, “a partir de 10 de mayo sufrimos la llegada de grandes grupos de turistas que sólo buscan emborracharse en la vía pública, en primera línea o incluso en la playa”, afirma Juan Miguel Ferrer.

 

“Estos turistas reservan con una semana o 10 días de antelación y suelen alojarse tres o cuatro noches de media”, lamenta Ferrer, quien denuncia que gastan alrededor de 30 o 40 euros al día, “generalmente en alcohol y latas de cerveza que consumen haciendo botellón en la calle”. “Llegan a los hoteles sobre las 10 horas y a las 14 ya no pueden ni caminar, están completamente ebrios e incluso sus compañeros les dejan solos, tirados en la acera”, explica Ferrer.

 

Desde Palma Beach denuncian que la normativa aprobada en 2020 “no está funcionando; se controlan los dispensadores de alcohol en los hoteles, pero el problema está en la vía pública.

 

Ferrer y Marín lamentan que la tendencia detectada en abril y principio de mayo se haya perdido en favor del turismo de borrachera.

 

El gerente de Palma Beach, Pedro Marín, ha alertado de que las perspectivas de ocupación hotelera en Playa de Palma para julio y agosto ronda el 50 %. “Hemos acabado con ‘todo incluido’ en nuestros establecimientos asociados y con el overbooking, hemos invertido en calidad, pero la permisividad en la vía pública sobre todo con el consumo de alcohol, la venta ambulante y el menudeo, hacen que nuestros esfuerzos caigan en saco roto”, lamenta Marín.

"El turismo de borrachera ha vuelto a apoderarse de la Playa de Palma"