La Asociación de Viviendas Turísticas de Baleares (HABTUR) propone una modificación de los precios de las plazas turísticas vacacionales para conseguir “una mayor igualdad” en el sector turístico balear.
Maria Gibert, gerente de la asociación, ha registrado una propuesta ante la Junta Rectora del Consorcio de la Bolsa de Alojamientos Turísticos que pretende reducir los precios iniciales que se conocieron ayer en la reunión del Consorcio.
“Nos encontramos en una situación en la cual se está atacando al alquiler turístico sin ningún tipo de razón, beneficiando al sector hotelero y tomando medidas populistas, que no benefician, de ninguna forma, a la sociedad balear” ha asegurado Gibert.
Desde Habtur tienen la intención de que los precios de las plazas turísticas sean “más bajos” y “aplauden” que la propuesta del Consell de Mallorca y el Conseller de Economía y Hacienda, Cosme Bonet, “sea más baja”, a pesar de que creen que “no se aproxima” a las cifras que desde la patronal proponen.
“Equipar una vivienda vacacional con un hotel demuestra falta de conocimiento y además deja claro a qué parte del sector turístico se quiere beneficiar con esta propuesta” afirma la representante de Habtur, que ha querido recalcar que se necesario “una reflexión más profunda y razonable en este tema”.
Habtur propone que en unifamiliares, se pague 1.000 euros la plaza, a pagar en diez años, con cuotas de 100 euros anuales por plaza, y si en algún momento se deja de pagar, se pierden las cuotas pagadas y las plazas. Una vivienda media supondría unos 700 euros anuales, durante 10 años.
En el caso de plurifamiliares, se tendría que abonar 300 euros la plaza, a pagar en los 5 años que dura la autorización, a razón de 60 euros año por plaza, y si en algún momento se deja de pagar, se pierden las cuotas pagadas y las plazas. Una vivienda media de 6 plazas, supondría 360 euros anuales de forma perpetua si va renovando las plazas cada 5 años.
La modalidad de 60 días, costaría 100 euros la plaza, a pagar en los 5 años que dura la autorización, a razón de 20 euros año por plaza, y si en algún momento se deja de pagar, se pierden las cuotas pagadas y las plazas.
Esta nueva propuesta por parte de Habtur se basa en que según la patronal existen “una serie de condicionantes que hacen que los precios de las plazas de alojamiento turístico sean más bajas”. Se trata “de una necesidad de los propietarios que no pueden competir con según que partes del sector turístico”.
Desde la patronal vacacional se critica que se imponga que se pueden perder las plazas a los 3 años de no realizar la actividad ya que los hoteles no tienen este handicap. Si un hotel está 3 años sin abrir no pierde esas plazas. Además, el hotel puede solicitar baja temporal de la actividad, cuando en el caso de las ETH las bajas siempre son definitivas.
Exponen también que en el alquiler vacacional las plazas ocupadas por menores de 12 años cuentan como plazas ocupadas, mientras que en los hoteles, todos los menores de 12 años quedan exentos de ocupar plaza, por lo tanto son plazas gratuitas por los hoteleros. Dicen en este sentido que "los menores de 12 años, siendo Baleares un destino familiar pueden llegar a representar el 50% de las plazas ocupadas a un hotel, por lo tanto, un hotelero tiene el 50% de las plazas gratuitas que generan gasto de recursos naturales, impacto ambiental, etc... pero su plaza no tiene ningún coste por ellos".
Habtur recalca también que se beneficia a los hoteleros con "la posibilidad de tener negocios alternativos dentro de los complejas hoteleros, como restauración o wellnes, implica que el rendimiento económica, del hotelero cada vez está más basado con los ingresos alternativos al alojamiento, cuando al alquiler vacacional, la pequeña dimensión de las unidades a explotar, hace totalmente inviable e imposible la implantación de servicios con rendimiento por los turistas que se alojan. Por el contrario, estos buscan los servicios en la economía de proximidad, y por lo tanto es un ingreso que se distribuye a la economía local cercana a las Viviendas Vacacionales y no queda en manos del propietario de la vivienda, es decir, el explotador que tiene que hacer frente a la compra de plazas".
