La tecnología y la innovación son elementos fundamentales en todos los sectores de nuestra economía y también en un mundo tan competitivo como el de la viticultura y el vino.
Uno de los grandes factores que condicionan la elaboración de un buen vino es, sin duda alguna, la lluvia y la presencia de agua en las viñas. Conseguir regular este elemento puede ser clave para una bodega para producir un vino excepcional.
Las bodegas José Luis Ferrer y la Universitat de les Illes Balears participan en un proyecto conjunto que pretende implantar un riego tecnológico que permitirá dar más o menos agua a las viñas dependiendo de las condiciones climáticas, del grado de crecimiento de la planta o de la maduración de la vid.
En estos momentos José Luis Ferrer tiene implantado este sistema de riego en ocho de sus viñas y quiere ir ampliando esta instalación dados los buenos resultados que se estan registrando. Las viñas estan monitorizadas y transmiten via telemática los datos de las condiciones climáticas.
Esta actividad se complementa con una monitorización del crecimiento de las viñas mediante fotos de infrarrojos tomadas via satélite.
Josep Lluis Roses, gerente de las bodegas explica que "con estas medidas podemos ayudar a crecer a la planta, acelerar o ralentizar la maduración de la vid para conseguir la mejor cosecha".
Roses comenta que "los resultados de esta investigación se publicarán ya que permitirán conocer el potencial real en determinadas condiciones de cada una de las variedades autóctonas como el Manto Negro o el Moll. En España tenemos referencias similares de variedades de otras ciudades pero no de las propias. Estos resultados pueden ser muy importantes para mejorar las producciones y la calidad de nuestros vinos".
