miércoles. 24.04.2024

 

Tantos años creyendo que la ginebra había sido una de las grandes aportaciones culturales que dejaron los británicos después de la dominación de Menorca y ahora resulta que esto se tambalea.

 

El economista Alfons Méndez, autor del libro "El gin de Menorca. De la leyenda a la historia (1717-2013)" argumenta que no existen testimonios de la ginebra de Menorca hasta el siglo XIX.

 

Tampoco aparecen documentos que confirmen su origen británico porque los productores de vino y licor en la isla iniciaron la destilación de bayas de enebro a partir de la relación con Holanda.


La investigación histórica llevada a cabo por Méndez sobre el gin menorquín ha sido publicada en la colección "Quaderns de folklore", que edita el Col.lectiu Folklòric de Ciutadella.



"El gin es considerado como un artículo propio de Menorca, los turistas lo compran y visitan de forma masiva las destilerías", asevera este estudio y subraya que "a partir de la década de 1960 la reivindicación de su origen en el siglo XVIII (cuando Menorca vivió tres etapas de gobierno británico entre 1709 y 1802) es utilizada como un gancho comercial para atraer a los visitantes ingleses".



Pero -advierte Méndez- las normativas británicas dificultaban la introducción en Menorca de la ginebra, que se beneficia de las mejoras tecnológicas de 1813 a 1832, sin que se haya encontrado rastro de los métodos de producción anteriores "como cabría esperar si se tratase de una reminiscencia del dominio inglés".



Resulta sintomático que los visitantes extranjeros del siglo XIX y principios del XX a la Isla nunca hablan ni mencionan al gin.



"El uso de la palabra 'gin' en textos en castellano, que resurge a principios del siglo XX en catalán, podría apoyar su origen inglés, pero la aparición de un licor similar en un libro de cocina de 1805, en el que también figura el curaçao hace pensar en una influencia holandesa", afirma el autor de este estudio.



Esta bebida derivaría, en los años siguientes, con la introducción del alambique con rectificador, en auténtico gin para satisfacer la demanda de la flotas americana y holandesa que frecuentaban el puerto de Mahón.



Al principio sería una bebida espirituosa más entre las que pugnaban por llenar el vacío que en la segunda mitad del siglo XIX provocó la disminución del consumo de aguardiente.



Según Alfonso Méndez, el vínculo holandés parece el más fuerte, ya que se documenta su introducción por la escuadra de este país y, además, era la ginebra más consumida en la isla.



La definitiva popularización del gin en Menorca se produce a partir de la década de 1920, propiciada por la precariedad de la economía insular y la falta de abastecimiento de licores extranjeros durante el primer franquismo.

El gin de Menorca es holandés y no británico
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