viernes. 29.03.2024

Con la irrupción de la Covid-19, la tasa de absentismo en Baleares se disparó hasta el 9,2% en el segundo trimestre de este año

 

El pasado año 2019 la tasa de absentismo alcanzó al 5,5% en España, que era el dato más elevado de los últimos 20 años. Pero con la irrupción de la Covid-19, esta tasa se disparó hasta el 6,3% en el primer trimestre de este año y hasta el 8,9% en el segundo trimestre, debido en gran parte al aumento de las horas perdidas por Incapacidad Temporal.

 

La volatilidad de la Covid-19 no sólo nos ha llevado al cambio en el orden de las preocupaciones de la salud laboral de las personas trabajadoras, también ha afectado a las contingencias comunes y a las profesionales. Las bajas de más de un año por enfermedad común se han disparado un 27% y la crisis sanitaria lleva a un coste de las ausencias de 8.000 millones de euros, según cifras del gobierno.

 

Por otro lado, nos encontramos con una importante reducción de los accidentes de trabajo, tanto en número (124.975 accidentes menos de enero a septiembre de 2020) como en índices de incidencia (214,4 frente al 279,9 de 2019), pero el impacto del coronavirus ha incrementado las cifras de accidentes mortales en un 8%.

 

La brusca caída de la actividad económica a raíz de las medidas para combatir el coronavirus derivó también en un descenso brusco de las horas extraordinarias, que en el segundo trimestre de 2020 marcaron un nuevo mínimo, equivalente al 0,27% de las horas pactadas. Eso ratifica el estrecho vínculo entre las horas extraordinarias y el nivel de actividad económica.

 

Del mismo modo que ocurre a nivel nacional, también a nivel autonómico se registra una tendencia ascendente en las horas no trabajadas por absentismo entre 2000 y 2019. Solo hay una única región que se ha mantenido al margen de ese movimiento al alza y es Cantabria, donde las horas perdidas por absentismo disminuyeron un 5,1% entre dichos años (caída que equivale a casi 5 horas de absentismo menos por año y asalariado).

 

Entre las dieciséis comunidades en las que las horas no trabajadas por absentismo se incrementaron, sobresalen los casos de Andalucía (con un incremento de un 164% desde 2000, por lo que en 2019 sumó 39 horas no trabajadas por absentismo más, por año y trabajador, que en el primero de esos años), Castilla-La Mancha (subida de un 141%; las horas perdidas por absentismo crecieron en 44 por año) y Galicia (+80%, que equivale a 46 horas más de absentismo por trabajador y año que en 2000).

 

El caso contrario, con los aumentos más moderados, viene representado por Asturias (región en la que las horas perdidas por absentismo se incrementaron un 5,5% o 5 horas y media, siempre entre 2000 y 2019), Cataluña (con una subida de 5,7%, equivalente también a 5 horas y media) y la Comunidad Valenciana (aunque con un alza significativa, de un 13,6% o 9 horas perdidas más por año y trabajador).

 

Tal como vimos para el conjunto de España, la pandemia hizo que aumentara el absentismo por un cúmulo de motivos, como el incremento de las horas perdidas por IT, permisos, etc. Cuando comparamos las horas de absentismo de 2019 con las del segundo trimestre de 2020, vemos que estas subieron en todas las autonomías, con la única excepción del País Vasco.

 

Comparando el dato de 2019 con el anualizado del segundo trimestre de 2020 se observa que Baleares experimentó el incremento más marcado: +147%, hasta llegar a 106 horas anualizadas por trabajador. Las otras tres autonomías donde más se incrementó el número de horas perdidas por absentismo en el segundo trimestre del año en curso fueron la Comunidad Valenciana (+70%, hasta 133 horas anualizadas), Andalucía (+63%, llegando a 103 horas anualizadas de absentismo) y Cantabria (+54%; 132 horas).

 

No hay un único factor que explique la diferente magnitud del aumento de las horas no trabajadas por absentismo con la pandemia. Por ejemplo, los resultados dependieron de la incidencia de la pandemia (tanto en lo referido al número de contagiados, como al número de convivientes que debieron guardar cuarentena), del grado de disrupción en la actividad normal de los diferentes empresas y sectores, de la posibilidad de teletrabajar, etc.

 

Centrándonos en la tasa de absentismo, todas las comunidades autónomas registraron un aumento de sus respectivas tasas de absentismo entre 2000 y 2019. Los incrementos más marcados correspondieron a Galicia (+3 puntos porcentuales), Castilla-La Mancha (+2,9 p.p.) y el País Vasco (+2,8 p.p.). Por el contrario, los aumentos más moderados se registraron en Cantabria (apenas +0,1 p.p.), Cataluña (+0,7 p.p.) y el Principado de Asturias (+0,8 p.p.).

 

Diez autonomías exhibieron en 2019 su mayor tasa de absentismo desde el año 2000. Específicamente, Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, la Región de Murcia, Navarra y País Vasco mostraron el año pasado la mayor proporción de absentismo de los últimos 20 años. Las dos autonomías mencionadas en último término son las que presentaron, además, las tasas de absentismo más altas entre todas las regiones españolas durante el año pasado: 6,9% en el caso navarro y 9,2% en el vasco.

Las restantes siete comunidades autónomas se pueden agrupar en dos situaciones distintas. Por un lado, se encuentran las que, sin haber llegado al máximo, en 2019 incrementaron su tasa de absentismo respecto al año anterior: Cantabria, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

 

Por otro lado, se agrupan las autonomías que redujeron o mantuvieron igual la tasa de absentismo con relación a 2018. Entre estas últimas, Baleares y la Comunidad de Madrid muestran una proporción de horas perdidas por absentismo prácticamente estabilizada en los últimos cuatro y cinco años, respectivamente. Por su parte, Castilla y León presenta su menor tasa de absentismo en tres años (5,8%) y La Rioja, el mejor registro desde 2009 (5%). Baleares destacó por ser la única comunidad en donde la tasa de absentismo fue inferior al 3% en 2019.

 

De acuerdo con los datos mencionados, esta variable dio un salto en todas las autonomías en la primera mitad de 2020. La situación extraordinaria provocada por la pandemia de coronavirus, derivó en que todas las autonomías alcanzaran su respectivo máximo histórico en lo referido a tasa de absentismo. Al igual que para el conjunto nacional, eso se explica no solo por el aumento de las horas perdidas por absentismo, sino también por la reducción de la jornada pactada efectiva, que disminuyó por la amplia aplicación de ERTEs.

El absentismo laboral se dispara en Baleares con el Coronavirus